Arquidiócesis en Corea del Sur implementa confesionarios “anti” coronavirus.
Redacción ACI Prensa, 141120.
La Arquidiócesis de Seúl (Corea del Sur), implementó en sus confesionarios una innovadora tecnología que evita la transmisión del COVID-19 entre el sacerdote y el penitente.
Debido a la pandemia, los confesionarios tuvieron que cerrar en febrero de 2020, pues el coronavirus se transmite con facilidad por medio de aerosoles en espacios cerrados.
Frente a ello, la Arquidiócesis de Seúl tuvo que reorganizar sus procedimientos operativos y las estructuras relativas a las confesiones siguiendo la normativa de salud pública y respetando los protocolos higiénico-sanitarios, señaló la oficina de comunicaciones de la Arquidiócesis de Seúl a la agencia vaticana Fides.
Dentro de las medidas, se implementó un sistema de ventilación especial en los confesionarios de la Catedral de Myeongdong, ubicada en el centro de la ciudad, para evitar la transmisión del COVID-19 por las vías respiratorias.
Además de esta innovadora tecnología, en cada confesionario instalaron una protección de plexiglás como barrera física entre el confesor y penitente para evitar la exposición a las microgotas respiratorias, que es una de las formas por las que se transmite el virus.
La Arquidiócesis tomó la iniciativa como respuesta a los requerimientos del sistema de salud pública del país y para brindar máxima seguridad a los feligreses y sacerdotes durante la celebración del sacramento de la Reconciliación, de modo que no se prive a los católicos de confesarse.
Además de las otras medidas, el sacerdote y el penitente están ubicados en espacios completamente separados en los confesionarios y, después de cada confesión, se desinfecta todo el espacio antes de que el siguiente feligrés ingrese.
Para el P. Matthias Young-Yup Hur, portavoz de la Arquidiócesis de Seúl y vicepresidente de la Comisión Diocesana de Comunicaciones, la reapertura de los confesionarios representa un signo decisivo de esperanza que nos permite mirar más allá de la crisis, dijo Fides.
Además, permite ofrecer al bautizado un mensaje esencial: cuidar la vida espiritual, cultivar el contacto directo con Dios y alimentar la fe a través de los sacramentos. Todo ello conforma el camino principal para superar, con la gracia de Dios, las dificultades y pruebas de la existencia, añadió.
“Nuestra comunidad de fe ha tenido que afrontar tiempos muy difíciles, dada la prolongada crisis pandémica. La reapertura de confesionarios totalmente equipados es parte de nuestros esfuerzos para brindar asistencia pastoral a los fieles”, dijo el sacerdote.
“Para transformar la crisis en una oportunidad, esperamos que haya otras iniciativas eficaces en el campo de la pastoral también en la era post-Covid”, concluyó.
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