Bajo sospecha, incapacidad del AICM

México: AICM o AIFA, dos aeropuertos con difícil convivencia

Andrea Ariet.

La saturación del AICM en México está propiciada por una falta de mantenimiento deliberado, según analistas. Mientras, empresas y aerolíneas advierten del impacto económico de reducir operaciones en favor de AIFA.

(DW, 041023).- Este otoño se prevé un cielo caótico en México. La reciente decisión del gobierno federal de reducir el número de operaciones a partir de finales de octubre en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), un enclave por el que circularon 46 millones de usuarios el año pasado, ha puesto en jaque al sector empresarial y de aerolíneas, al considerar la medida desproporcionada de cara a la temporada de invierno que se avecina. 

La Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) dictó reducir en un 20 por ciento las operaciones diarias del Aeropuerto Internacional Benito Juárez (AICM), ubicado en la zona más oriental de Ciudad de México, de 52 a 43 operaciones por hora. La medida entrará en vigor el 29 de octubre, y -según anunció el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO)- tiene como objetivo aliviar la saturación del principal aeródromo de la capital mexicana, en favor de una terminal más nueva, el Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA), situado en Santa Lucía, entre los municipios de Tecamac y Zumpango, en el Estado de México, a unos 45 kilómetros de distancia del anterior.

¿Saturación real?

Hace casi ya dos décadas, en 2004, empezó a resonar en la opinión pública que el Benito Juárez estaba saturado por rebasar el número máximo de pasajeros, pero no fue hasta 2014 que la autoridad de aviación civil declaró congestionado el campo aéreo, limitando a 61 el número de operaciones por hora. En marzo de 2022, se aplicó nuevamente otra reducción, hasta los 52 aterrizajes y despegues, además de prohibir que se abrieran nuevas rutas.

Con la medida de este año -prevista hasta marzo de 2024 – la AFAC declaró que busca “salvaguardar la seguridad operacional y de los usuarios del AICM”.  Analistas del sector, no obstante, no ven que esta decisión tenga la óptica adecuada.

“El aeropuerto de la Ciudad de México fue el motor de tal actividad económica nacional, pero hoy sufre un deterioro indigno ante la falta de presupuesto para su mantenimiento real y de fondo”, dice a DW Armando Zúñiga Salinas, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) en la Ciudad de México.

“El Benito Juárez está operando más allá de lo referente a capacidad, pero en condiciones de falta de mantenimiento y, por ende, proporcionando servicios deficientes”, indica Zúñiga.

En esta línea se muestra también Federico Rubli, economista y socio consultor de MAAT Asesores en temas de análisis macroeconómicos. “El problema es que deliberadamente han recortado los gastos de mantenimiento al aeropuerto y por ello luce desgastado, con goteras, sucio, con personal insuficiente que produce largas filas e ineficiencia en la llegada de equipajes. El Gobierno deliberadamente ha propiciado su falta de operatividad y eficiencia”, asegura a DW. “Ha sido una manipulación por parte de las autoridades para hacer creer que el AICM está saturado”, insiste.

Falta de sostenibilidad aeroportuaria

Según el Gobierno mexicano, la combinación del Benito Juárez con el Felipe Ángeles incrementaría las operaciones, pero los analistas no lo ven así.

“No será posible la sostenibilidad aeroportuaria a futuro porque no se realizó un adecuado estudio técnico para la convivencia entre el AICM y el AIFA”, dice Rubli a DW. “El espacio aéreo en esa zona no puede soportar un gran tráfico simultáneo de los dos aeropuertos. Existe por lo tanto un riesgo de seguridad”, recalca.

Las dificultades que podría producir la construcción de AIFA -inaugurado en marzo de 2022 tras la cancelación del proyecto aeroportuario en Texcoco– en las operaciones mismas del AICM ya fueron advertidas desde 2018. El centro de investigación Mitre, especializado en temas de aviación, dijo que el funcionamiento de ambas terminales requeriría un espacio aéreo “sumamente complejo”, según refieren varios medios del país.

Mitre señaló además la abrupta orografía de la capital como factor condicionante, lo que podría producir interferencias en el espacio aéreo.

Para el periodo de enero a julio de 2023, las operaciones del AIFA aumentaron a casi 60 diarias, mientras las del AICM fueron de 945 operaciones.

Empresas y aerolíneas piden apoyo

En un comunicado del pasado agosto, la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) advirtió que la medida “pondría al país en una situación desfavorable a nivel internacional”.

Algo similar a lo que expresó también la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) en otra nota, pidiendo a las autoridades buscar alternativas con el menor impacto para los pasajeros, el turismo y la competitividad.

“Estas medidas deben ser tomadas con el mayor rigor técnico y operacional, basado en estudios y análisis de expertos. En este caso, cuestionamos la metodología utilizada por SENEAM, AFAC y AICM para determinar la capacidad del aeropuerto”, dijo Peter Cerdá, Vicepresidente Regional de IATA para las Américas.

Según la própia COPARMEX, el aeropuerto AICM recibe a la tercera parte de los viajeros internacionales -aún con las limitaciones que tiene actualmente por falta de modernización- y el AIFA apenas agrupa un 4 por ciento del tráfico internacional de Ciudad de México.

“Bajar de 62 operaciones por hora a 53 en 2022, fue un duro golpe para todas las industrias relacionadas con el transporte aéreo y, ahora, una nueva reducción de actividades será desastrosa para la economía de la Ciudad de México, que aún no alcanza los niveles prepandemia en diversos rubros, como en el empleo”, detalla Zúñiga.

Acatamiento “disfrazado”

En opinión de Rubli, a las aerolíneas no les quedará más remedio que acatar la decisión, al ser una “imposición gubernamental”, si bien hay maneras de “disfrazar” el cumplimento, dice, en referencia a las empresas de paquetería que fueron obligadas a usar el AIFA, y que decidieron solamente dejar un número mínimo de operaciones ahí, mientras abandonaban el AICM hacia otros aeropuertos como el de Querétaro o Puebla.

La premura de la entrada en vigor de esta nueva reducción pone en riesgo “mil vuelos semanales”, aclara Zúñiga, con la consiguiente repercursión de pérdidas económicas, además de 1,4 millones de pasajeros que dejarían de usar el transporte aéreo de la Ciudad de México tan sólo entre noviembre y diciembre próximos.

De momento, son Aeroméxico, Viva Aerobus y Volaris las aerolíneas que han advertido de afectaciones por esta reducción.

 

 

 

 

Sìnodo: ni lìo ideològico ni de Reformas

 

 

El Papa Francisco insiste: El Sínodo no es un “plan de reformas” ni una batalla ideológica

Por Almudena Martínez-Bordiú

4 de octubre de 2023 / 04:32 AM

Durante la Misa de apertura del Sínodo de la Sinodalidad que ha tenido lugar esta mañana, el Papa Francisco subrayó que este evento no es “un plan de reformas” e instó a trabajar por una Iglesia que no cae en la “tibieza” ni se “rinde ante las modas del mundo”.

Esta mañana en la Plaza de San Pedro, aún revestida de flores y vegetación desde la vigilia ecuménica de oración realizada el sábado 30 de septiembre, el Papa Francisco se reunió con los nuevos cardenales creados en el reciente consistorio para celebrar una Santa Misa con motivo del inicio del Sínodo de la Sinodalidad, que comienza este 4 de octubre.

El Sínodo de la Sinodalidad fue convocado en el mes de octubre de 2021 bajo el lema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. A la sesión que se desarrollará este mes de octubre en Roma están convocadas 365 personas, entre ellos obispos, religiosos, sacerdotes, diáconos y laicos. Por primera vez, quienes no son obispos —entre ellos 54 mujeres— tendrán derecho a voto.

Tras la llegada de los purpurados, religiosos y numerosos laicos de diferentes nacionalidades, el Santo Padre dio inicio a la celebración pidiendo la intercesión de San Francisco de Asís, cuya festividad se celebra hoy.

Ante el inminente arranque del Sínodo de la Sinodalidad, el Pontífice advirtió: “No estamos aquí para celebrar una reunión parlamentaria o un plan de reformas. No. Estamos aquí para caminar juntos, con la mirada de Jesús, que bendice al Padre y acoge a todos los que están afligidos y agobiados”, subrayó.

Al reflexionar sobre las lecturas, el Santo Padre destacó que “Jesús no se deja vencer por la tristeza y en las dificultades”, sino que “es capaz de discernir el bien escondido que crece, la semilla de la Palabra acogida por los sencillos”.

Partiendo de la “mirada de Jesús” mostrada en el Evangelio, el Papa Francisco explica que es “una mirada que bendice y que acoge”.

Esto, según precisó el Papa, “nos sirve tener una mirada inmanente, hecha de estrategias humanas, cálculos políticos o batallas ideológicas. Que si el Sínodo dará ‘este permiso, o abrirá esta puerta’. Esto no sirve”.

“El Sínodo —insistió— no es un parlamento, el protagonista es el Espíritu Santo. Estamos aquí para caminar juntos, con la mirada de Jesús, que bendice al Padre y acoge a todos los que están afligidos y agobiados. Partamos, pues, de la mirada de Jesús, que es una mirada que bendice acoge. La mirada de Jesús es así, bendice y acoge”.

Asimismo, señaló que el Señor “nos invita también a ser una Iglesia que, con corazón alegre, contempla la acción de Dios y discierne el presente; que, en medio de las olas a veces agitadas de nuestro tiempo, no se desanima, no busca escapatorias ideológicas, no se atrinchera tras convicciones adquiridas, no cede a soluciones cómodas, no deja que el mundo le dicte su agenda”.

El Santo Padre reiteró que la Iglesia no debe afrontar “los desafíos y los problemas de hoy con espíritu de división y de conflicto”, sino que, por el contrario, debe volver “los ojos a Dios que es comunión y, con asombro y humildad”.

El Pontífice recordó que “le pertenecemos a Él” y que el Señor “es la única razón de nuestra existencia es llevarlo a Él al mundo”.

Esto nos basta, sólo Él nos basta. No queremos glorias terrenas, no queremos quedar bien a los ojos del mundo, sino llegar a él con el consuelo del Evangelio, para testimoniar mejor, y a todos, el amor infinito de Dios”, subrayó. 

El Papa Francisco remarcó que la tarea principal del Sínodo es “volver a poner a Dios en el centro de nuestra mirada, para ser una Iglesia que ve a la humanidad con misericordia”.

“Una Iglesia unida y fraterna —continuó—, o al menos que busca estar unida y ser fraterna, que escucha y dialoga; una Iglesia que bendice y anima, que ayuda a quienes buscan al Señor, que sacude saludablemente a los indiferentes, que pone en marcha itinerarios para instruir a las personas en la belleza de la fe. Una Iglesia que tiene a Dios en el centro y, por consiguiente, no crea división internamente, ni es áspera externamente. Es así como Jesús quiere a su Iglesia, su Esposa”.

A continuación, insistió en que “los sabios no reconocen la obra de Dios” y precisó que Cristo “se alegra en el Padre porque se revela a los pequeños, a los sencillos, a los pobres de espíritu”.

Según el Sucesor de Pedro, esta mirada de Jesús “nos invita también a ser una Iglesia que acoge, no con las puertas cerradas. En una época compleja como la actual, surgen nuevos desafíos culturales y pastorales, que requieren una actitud interior cordial y amable, para poder confrontarnos sin miedo”.

“En el diálogo sinodal, en esta hermosa ‘marcha en el Espíritu Santo’, que realizamos juntos como Pueblo de Dios, podemos crecer en la unidad y en la amistad con el Señor para observar los retos actuales con su mirada”, remarcó.

En este sentido, el Papa Francisco aclaró que la Iglesia no debe ser rígida, “una aduana que se acoraza contra el mundo y mira hacia el pasado” y tampoco “una Iglesia tibia, que se rinde ante las modas del mundo” ni una Iglesia “cansada, replegada en sí misma”.

Más tarde, recordó que San Francisco de Asís, cuya onomástica se celebra este 4 de octubre, “en un período de grandes luchas y divisiones entre el poder temporal y el religioso, entre la Iglesia institucional y las corrientes heréticas, entre cristianos y otros creyentes, no criticó ni atacó a ninguno, sólo abrazó las armas del Evangelio: la humildad y la unidad, la oración y la caridad”, e instó a imitar su ejemplo.

“Y si el Pueblo santo de Dios con sus pastores, provenientes de todo el mundo, alimentan expectativas, esperanzas e incluso algunos temores sobre el Sínodo que comenzamos, recordemos una vez más que no se trata de una reunión política, no es un parlamento, sino de una convocación en el Espíritu; no de un parlamento polarizado, sino de un lugar de gracia y comunión”, insistió.

Además, puntualizó que “el Espíritu Santo deshace, a menudo, nuestras expectativas para crear algo nuevo que supera nuestras previsiones y negatividades”.

El Santo Padre explicó que “el momento de mayor fruto en el Sínodo son los momentos de oración, donde el Señor actúa en nosotros. Abrámonos e invoquemos al Espíritu Santo, Él es el protagonista. Dejemos que Él sea el protagonista del Sínodo”, concluyó el Papa.

Puede leer la homilía completa aquí.