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“Pacto para Alemania”: Scholz intenta reactivar la economía
Sabine Kinkartz.
DW, 08/09/2023.
El canciller alemán Olaf Scholz pide un esfuerzo nacional para volver a impulsar la economía del país, plan que ha llamado Pacto para Alemania. La oposición no está muy convencida. ¿Puede realmente funcionar?
Las cosas en Alemania no marchan bien. El país está perdiendo poder económico: la industria sufre por los altos precios de la energía y el exceso de burocracia; y los libros de pedidos están vacíos. La digitalización es lenta, la infraestructura está en parte en mal estado y el sector de la construcción se ha desplomado. La inflación tiene los precios disparados y la gente compra menos.
Las expectativas económicas del país van a la baja, según los institutos de investigación económica. Se espera que la recesión pronosticada hace unas semanas sea más pronunciada de lo previsto. Incluso, el diario británico The Economist se preguntó recientemente si Alemania volvía a ser “el enfermo de Europa”.
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Scholz pide paciencia
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No es que al Gobierno alemán no le importe, pero el canciller alemán, Olaf Scholz (SPD), no parece estar muy preocupado: “Se están presagiando dificultades que no tienen nada que ver con la fortaleza real de la economía alemana”, declaró en agosto.
El Gobierno, formado por el partido socialdemócrata (SPD), Los Verdes y los liberales del FDP, ha iniciado numerosos proyectos legislativos sobre el suministro energético y la garantía de mano de obra cualificada, pero por ahora hay que tener paciencia para que surtan efecto.
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Pero también pide velocidad
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La aparición de Scholz en el debate presupuestario del Bundestag, la Cámara Baja alemana, fue toda una sorpresa. No solo apareció con un parche negro en el ojo derecho tras lesionarse mientras hacía deporte, sino que ahora, en lugar de paciencia, exige velocidad: “Los ciudadanos están cansados de este estancamiento, y yo también”.
El canciller pide también a todos los sectores políticos y autoridades “sacudirnos el moho de la burocracia, la aversión al riesgo y el desaliento”, porque esto “paraliza nuestra economía y causa frustración entre los ciudadanos del país que simplemente quieren que Alemania funcione correctamente”.
El nombre elegido, “Pacto para Alemania”, quizá no es el mejor. En 2005, bajo este término, dos partidos alemanes de extrema derecha acordaron juntarse y apoyar a un candidato común en la campaña electoral.
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Un llamado a evitar las peleas internas
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“Cooperación en lugar de peleas, en eso necesitamos enfocarnos”, subrayó Scholz, algo que puede entenderse como un llamamiento a las propias filas. En el Gobierno de coalición, Los Verdes y el FDP han chocado muy fuerte en los últimos meses. El canciller apenas pudo dirimir la disputa, haciendo que su liderazgo sea percibido como débil.
Cada vez son más los ciudadanos descontentos con el Gobierno. En una última encuesta de ARD Deutschlandtrend, solo el 19% de los alemanes dice estar conforme con la administración tripartita. Es el porcentaje más bajo desde que la coalición asumió el poder en diciembre de 2021. Si hubiera elecciones ahora, el trío no estaría ni cerca de tener mayoría.
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Una “broma de relaciones públicas”
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Hendrik Wüst (CDU), primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, reaccionó indignado a la propuesta del canciller. Dijo que el “Pacto para Alemania” no era más que una “broma de relaciones públicas” y que sintió que le estaban “tomando el pelo” con la propuesta.
Wüst añadió que los objetivos y medidas no son nada nuevo. Según él, los Estados federados llevan mucho tiempo pidiendo que se aceleren los proyectos de infraestructuras previstos: “Durante meses no hubo ninguna reacción de la Cancillería. El Gobierno federal ha perdido un tiempo valioso, en detrimento de Alemania como lugar de negocios”.
“Con el anunciado Pacto para Alemania, el Gobierno federal por fin despierta”, declaró por su parte Rainer Dulger, presidente de la Confederación de Asociaciones de Empresarios Alemanes (BDA, por sus siglas en Alemán), en una entrevista a un periódico. Durante demasiado tiempo, el Gobierno se ha dormido ante la digitalización y se ha aferrado a las trabas burocráticas para las empresas y la sociedad, algo que debería cambiar rápidamente.
(ju/ers)