Durango vive en un año agrícola catastrófico, debido a que ante la ausencia de lluvias entre el 30 y 40% de las 650 mil hectáreas que se siembran en la entidad se perdieron, afirmó Joel Corral Alcántar, presidente de la Comisión de Agricultura del Congreso del Estado.
Considero oportuno la intervención del gobierno del Estado para implementar un programa de siembra de avena forrajera con el objetivo de evitar que no haya cosecha alguna en el campo duranguense.
Según el exsecretario de Agricultura del Estado de Durango, entre un 60 y un 70% de la superficie que tradicionalmente se siembra en Durango, ni siquiera se sembró debido a lo seco de la tierra ante la ausencia de las precipitaciones pluviales.
Para el legislador, la superficie que se llego a sembrar de maíz y frijol se perdió totalmente, debido a que no hubo agua y no existe humedad en los campos.