Balance aterrador del Quinquenio en Nicaragua: AI

¿Cómo celebraron Daniel Ortega y su esposa el quinto aniversario de las protestas ciudadanas en Nicaragûa?.

 

(ALETEIA, 200423).- Hace cinco años, el 18 de abril de 2018, tras una pequeña protesta en Nicaragua en contra de una reforma al sistema de pensiones, la represión policial hizo estallar una crisis sin precedentes en el país centroamericano.

El balance de estos cinco años es aterrador. «La represión brutal fue la herramienta que el presidente Daniel Ortega decidió utilizar para gestionar aquel descontento social, el cual dejó un saldo de más de 300 muertos, más de 2,000 personas heridas y cientos de detenciones arbitrarias», dice en su informe 2023 Amnistía Internacional.

 

 

«A cinco años de su inicio, la crisis de derechos humanos en Nicaragua se sostiene por la pérdida del Estado de Derecho, la aprobación de reformas normativas que han afectado la independencia del poder judicial y el cierre al escrutinio de mecanismos de control de derechos humanos, tanto regionales como universales», dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.

 

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Una nueva acusación a los obispos

Luego de sostener un encuentro con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, de gira por las dictaduras latinoamericanas, Ortega volvió a culpar a la Iglesia católica de ser la culpable de la violencia desatada hace cinco años.

 

En una de sus habituales conferencias de prensa, en las que solamente habla él, calificó a los obispos nicaragüenses como «obispos del demonio» y dijo que «todos» fueron testigos de cómo las iglesias se convertían, «no todas, pero sí muchas iglesias», en cuarteles de donde salían grupos armados «para atacar a la población y a atacar a las unidades de policía» quienes tuvieron que responder.

 

Según Ortega, la Iglesia católica y sus obispos intentaron generar «un golpe de Estado» y «como fariseos vestidos de sotana» profanaban a Cristo «sin ningún respeto a Dios», ayudando a los criminales y alentando a los terroristas.

 

El cambio de La Prensa

Tras las acusaciones a los obispos, el matrimonio de Daniel Ortega y la vicepresidenta, Rosario Murillo, han decidido «celebrar» este quinto aniversario inaugurando un «centro cultural» en el edificio que expropió al diario La Prensa, el decano de los diarios de Nicaragua, hoy completamente descabezado y en el exilio.

 

La Prensa fue allanada por militares el 13 de agosto de 2021. Ese día, los enviados por Ortega apresaron a su gerente general, Juan Lorenzo Holmann, y tomaron el edificio.

 

El 23 de marzo de 2022, Holmann fue condenado a nueve años de cárcel y una multa de tres millones de dólares por el supuesto delito de «lavado de dinero». El 9 de febrero pasado, el régimen desterró a Holmann y a dos conductores del diario, en un grupo de 222 presos políticos que envió a Estados Unidos.

 

Ya se acabó la historia

La inauguración del centro cultural que lleva el nombre del poeta José Coronel Urtecho fue destinada por la esposa de Ortega, Rosario Murillo (quien, por cierto, durante varios años trabajó en La Prensa), con esta frase:

 

«Es el comienzo de una nueva era, el principio de una nueva historia, la vieja historia se acabó, ya no puede volver, esta ya es otra historia. La historia de odio, la historia de ambiciones, de codicias, la historia de servilismo a los imperios se acabó, esta es ya otra historia».

 

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