“No nos Avergoncemos de Hacer el Bien”, dice el Arzobispo Durante Lavatorio de Pies.

Perla Rodríguez Contreras

Dieron las 17:00 horas y a la par que comenzaron las campanadas, este Jueves Santo comenzó la misa en la Catedral de Durango, donde tal como lo hizo Jesús, se llevó a cabo el Lavatorio de Pies por parte del arzobispo Faustino Armendáriz Jiménez, a los discípulos representados en los apóstoles.

Ante ello, durante la homilía llamó a los duranguenses a no avergonzarse de hacer el bien, pues cualquier servicio que se haga a los demás es por amor a Dios y por amor a los hermanos.

“Lavar y besar los pies era un gesto de los esclavos en aquel tiempo, y Jesús lo hizo, ¿por qué no hacerlo nosotros? Hermanos, no nos avergoncemos de hacer el bien, salgamos de nuestra burbuja de cristal y vemos cuánta necesidad hay afuera. Que no seamos como aquel Caín que le respondió a Dios ‘¿acaso yo soy el guardián de mi hermano?’, sí, tu eres el guardián de tu hermano”.

De otra forma, dijo, resulta triste ser estériles en el amor; por ello, insistió en la importancia de aprender de Jesús.

Que este día, como de la caridad, haya esa enseñanza de servir desde la trinchera en que esté cada quien, “en lo poquito o en lo mucho, pero servir a los hermanos”.

Armendáriz Jiménez expuso la importancia de fortalecer la fe en los corazones de la gente, pues durante la actualidad las crisis están basadas en la ausencia de fe.

“Si hay muchos hermanos que no están presentes en las celebraciones litúrgicas de Semana Santa, y fácilmente se alejan con la actitud legítima del descanso, es porque no tenemos la fe suficiente para valorar los dones de Dios”.

*Pide Faustino Armendáriz orar por los sacerdotes*

Por otro lado, durante la misa de este Jueves Santo, el arzobispo se refirió a los sacerdotes, y primeramente agradeció por ellos, pero también pidió orar puesto que faltan más.

“Nos faltan muchos, a veces encontramos en pueblos, en las zonas rurales, sacerdotes ancianos, y me dice la feligresía ‘señor, nuestro sacerdote está cansando, envíanos a un joven’. Y al preguntar, no hay, pero afortunadamente también estamos creciendo en esa conciencia que todos somos responsables que este don del sacerdocio que el señor nos ha regalado hoy, se siga incrementando”.

Apeló a la oración de los duranguenses tanto por los sacerdotes como por los seminaristas, para que perseveren sobre todo ahora en los momentos de crisis de vocación en todo el territorio nacional, pues es importante intensificar las oraciones.