Perla Rodríguez Contreras
Luego que durante la administración municipal pasada se llevó a cabo la instalación de 16 alarmas vecinales, en busca de inhibir diversos delitos como robos, violencia, etc, el actual Gobierno municipal sí habrá de continuar con la estrategia e incluso buscarán ampliarla y reforzarla.
Y es que la encargada de despacho del Instituto Municipal de la Mujer (IMM), Blanca Elizabeth Arvizu Martínez, reconoció que actualmente no todas se encuentran en óptimas condiciones, pero se tiene la estadística que en un 80 por ciento han sido eficaces.
“Estamos acudiendo a revisarlas y pidiendo que se haga lo oportuno para que estén funcionando, pues los vecinos nos comentan que sí habían tenido respuesta efectiva en este programa. Sí estamos pensando en implementar más de estas alarmas en otras comunidades o rancherías dentro del municipio”.
Pero, explicó la funcionaria municipal que antes de ampliarse, la meta está enfocada a rehabilitar y mejorar la ya instaladas; la revisión actualmente es a detalle, consideró que la mayoría sí está en funcionamiento.
Enseguida, como parte del proyecto de ampliación del programa, se prevé mejorar los estrobos o chicharras, que son las que ayudan con su sonido a detener algún delito.
Arvizu Martínez explicó el protocolo de actuación tras presionar el botón de estas alarmas, pues depende de su ubicación, es la autoridad que arriba al lugar de manera inmediata. En la capital puede ser la Dirección Municipal de Seguridad Pública (DMSP), y en las comunidades de acuerdo a las juntas municipales.
En ese tenor, la encargada del IMM comentó que hay curiosidad entre los vecinos sobre la diferencia entre estas alarmas vecinales y los botones de pánico.
“Son distintas porque unas son en comunidades, en rancherías, cerca de la mancha urbana, y los botones de pánico están establecidos únicamente en la mancha urbana”.