No màs tiempo a lo inútil: sì, al servicio

Papa, Ángelus: que hermoso es dejar todo para experimentar el servicio

El Santo Padre reza el Ángelus dominical tras presidir la Santa Misa de la Palabra de Dios, invitando a renunciar al tiempo que se pierde en tantas cosas inútiles y ponernos en camino emprendiendo las nuevas aventuras que nos pide el Señor.

 

Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano. (VN, 220123).

 

En el domingo en el que la Iglesia celebra la Palabra de Dios, el Papa Francisco nos pide, antes del rezo mariano del Ángelus, dejar atrás y renunciar a ciertas cosas para decir si a la llamada de Jesús y escuchar lo que nos está pidiendo emprender en ese momento, al igual que hicieron sus primeros discípulos que, en el mar de Galilea, lo dejaron todo para seguir a Jesús. El Papa Francisco pone de ejemplo el evangelio del día, en el que Jesús vuelve a buscar a los pescadores allí donde viven y trabajan para dirigirles una llamada directa: “¡Sígueme!” y ellos “en seguida dejaron las redes y le siguieron”. “Detengámonos en esta escena: es el momento del encuentro decisivo con Jesús, el que recordarán el resto de su vida y que entra en el Evangelio. A partir de entonces, siguen a Jesús y, para seguirle, se marchan”.

 

Tarde o temprano llega el momento en que es necesario tomar una decisión

“Este pasaje del Evangelio me impactó, esa experiencia de servicio me conmovió” expresa el Pontífice, y continúa: “al igual que los primeros discípulos, tarde o temprano llega el momento en que es necesario tomar una decisión: ¿dejo algunas certezas y emprendo una nueva aventura, o me quedo dónde estoy?” pregunta. Se trata de “un momento decisivo para todo cristiano, porque en él se juega el sentido de todo lo demás. El encuentro con Jesús: ¿qué hago? ¿Dejo mi egoísmo, por ejemplo, para seguirle o permanezco en mí? Aquí es donde se juega el resto. Si uno no encuentra el valor para ponerse en camino, corre el riesgo de permanecer espectador de su propia existencia y de vivir su fe a medias”.

 

Para realizar la vida hay que aceptar el reto de marcharse

Francisco explica que para empezar “a dejar” es correcto que empecemos “pidiendo perdón”: “perdono las cosas que no fueron buenas; pero dejo esas cosas y sigo adelante” e invita hoy a “dejar atrás lo que nos impide vivir plenamente, como los miedos, los cálculos egoístas y las garantías para mantenernos a salvo viviendo una vida mediocre”. Pero también nos pide “renunciar al tiempo que se pierde en tantas cosas inútiles”: “Qué hermoso es dejar todo esto para experimentar, por ejemplo, el arduo pero gratificante riesgo del servicio, o dedicar tiempo a la oración para crecer en la amistad con el Señor”.

 

El Papa también pone el ejemplo de una familia joven, que deja atrás la vida tranquila para abrirse a la imprevisible y hermosa aventura de la maternidad y la paternidad: “es un sacrificio, pero basta una mirada a los niños para comprender que era justo dejar atrás ciertos ritmos y comodidades”. Así como los médicos o sanitarios “que han renunciado a tanto tiempo libre para estudiar y prepararse, y ahora hacen el bien dedicando muchas horas del día y de la noche, mucha energía física y mental a los enfermos”. Para Francisco, sin duda, hay que aceptar el reto de marcharse para realizar la vida y es precisamente a lo que nos invita Jesús hoy a cada uno de nosotros: “No tengáis miedo de marcharos si es para seguir a Jesús, siempre nos encontraremos aún mejor”.

 

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El Pontífice: La Palabra de Dios penetra como una espada para cambiarnos

El Santo Padre preside la Santa Misa del Domingo de la Palabra de Dios y recuerda que su Palabra es para todos, nos invita a la conversión y nos llama a la misión de ser pescadores de hombres y decir: “Hermano, hermana, Dios se ha acercado a ti, escúchale y en su Palabra encontrarás un don maravilloso”.

Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano, 220123.

 

“Jesús abandona la vida tranquila y oculta de Nazaret y se traslada a Cafarnaún, ciudad situada a orillas del mar de Galilea, lugar de paso, encrucijada de pueblos y culturas diferentes. La urgencia que le impulsa es el anuncio de la Palabra de Dios, que hay que llevar a todos” ha dicho el Papa Francisco durante su homilía pronunciada durante la Santa Misa del Domingo de la Palabra de Dios.

 

La Palabra de Dios es para todos

El Papa explica en primer lugar que, “la Palabra de Dios es para todos”, tal y como lo narra el Evangelio que nos presenta a Jesús siempre en movimiento, en camino hacia los demás y en ninguna ocasión de su vida pública nos da la idea de que sea un profesor estático, un doctor sentado en una cátedra; al contrario – dice – “lo vemos como un itinerante y peregrino, recorriendo pueblos y aldeas, encontrándose con rostros e historias” porque la Palabra de Dios “no está destinada sólo a los justos de Israel, sino a todos”.

 

De hecho, dice el Papa, “si la salvación está destinada a todos, incluso a los más alejados y perdidos, entonces el anuncio de la Palabra debe convertirse en la principal urgencia de la comunidad eclesial, como lo fue para Jesús”. En este sentido, Francisco advierte: “Que no nos suceda que profesemos a un Dios de corazón ancho y seamos una Iglesia de corazón estrecho; que prediquemos la salvación para todos y hagamos impracticable el camino para recibirla; que nos sepamos llamados a llevar el anuncio del Reino y descuidemos la Palabra, dispersándonos en tantas actividades secundarias”. En cambio, el Pontífice pide que “aprendamos de Jesús a poner la Palabra en el centro, a ensanchar nuestras fronteras, a abrirnos a las personas y a generar experiencias de encuentro con el Señor”.

 

La Palabra de Dios llama a la conversión

“Su Palabra nos sacude, nos inquieta, nos apremia al cambio, a la conversión; nos pone en crisis porque «es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de doble filo”. Son estas las palabras con las que el Pontífice ha descrito la Palabra de Dios, insistiendo en que “como una espada la Palabra penetra en la vida, haciéndonos discernir los sentimientos y pensamientos del corazón, es decir, haciéndonos ver cuál es la luz del bien a la que hay que dar cabida y dónde en cambio se adensan las tinieblas de los vicios y pecados que hay que combatir”. De hecho, Francisco hace hincapié en que su Palabra, cuando entra en nosotros, “transforma nuestro corazón y nuestra mente y nos cambia”.

 

Si queremos cambiar la perspectiva de nuestra vida, pero no sabemos por dónde empezar, el Papa nos dice el secreto: “tomar conciencia de la presencia de Jesús y hacer lugar a su Palabra” o, en otras palabras: “poner tu vida bajo la Palabra de Dios”. “Este es el camino que nos mostró el Concilio – recuerda el Papa – en el que todos, incluso los pastores de la Iglesia, estamos bajo la autoridad de la Palabra de Dios. No bajo nuestros propios gustos, tendencias y preferencias – señala el Papa – sino bajo la única Palabra de Dios que nos moldea, nos convierte y nos pide estar unidos en la única Iglesia de Cristo”.

 

La Palabra de Dios hace anunciadores

Por último, la Palabra de Dios, que se dirige a todos y llama a la conversión, “hace anunciadores”. Tal y como Jesús invitó con su Palabra a los hermanos pescadores Simón y Andrés a ser «pescadores de hombres» y salir al encuentro de sus hermanos y de proclamar la alegría del Evangelio, la Palabra de Dios a nosotros hoy “nos atrae hacia la “red” del amor del Padre” y “nos llama a anunciar su Palabra, a testimoniarla en las situaciones de cada día, a vivirla en la justicia y la caridad, a “darle carne” acariciando la carne de los que sufren”. “Y esto – apunta –  no es proselitismo, porque la que llama es la Palabra de Dios, no nuestra palabra”. Por tanto, nuestra misión – aclara el Papa – es: “convertirnos en buscadores del que está perdido, de quien se siente oprimido y desanimado, no para llevarlos a nosotros mismos, sino el consuelo de la Palabra, el anuncio impetuoso de Dios que transforma la vida, la alegría de saber que Él es Padre y se dirige a cada uno, la belleza de decir: “¡Hermano, hermana, Dios se ha hecho cercano a ti, escúchalo y en su Palabra encontrarás un don maravilloso!””.

 

“Gracias a quienes la estudian y profundizan en su riqueza; gracias a los agentes pastorales y a todos los cristianos comprometidos en la escucha y difusión de la Palabra, especialmente a los lectores y catequistas, gracias a quienes han aceptado las numerosas invitaciones que he hecho para que lleven el Evangelio consigo a todas partes, para leerlo cada día. Y, por último, un agradecimiento especial a los diáconos y a los presbíteros: gracias, queridos hermanos, por no dejar que al Pueblo santo de Dios le falte el alimento de la Palabra”.

 

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Dios nos habla directamente en la Biblia

 

 

Domingo de la Palabra de Dios 2023: El Papa Francisco invita a leer la Biblia

 

Por Mercedes De La Torre.

ACIprensa, 22 de enero de 2023.

 

En el Domingo de la Palabra de Dios 2023, el Papa Francisco invitó a leer, estudiar, meditar y rezar con las Sagradas Escrituras, porque en el Evangelio “Jesús nos habla, nos ilumina, nos guía”.

 

Después de presidir la Misa en el Vaticano por el IV Domingo de la Palabra de Dios y el rezo del Ángelus este 22 de enero, el Santo Padre subrayó la importancia de rezar frecuentemente con la Biblia.

 

“Este tercer Domingo del tiempo ordinario está dedicado de manera especial a la Palabra de Dios. Redescubramos con asombro el hecho de que Dios nos habla, en particular a través de las Sagradas Escrituras”, indicó el Papa.

 

De este modo, el Santo Padre invitó: “Leámoslas, estudiémoslas, meditémoslas, recémoslas. Cada día leamos un pasaje de la Biblia, especialmente del Evangelio: allí Jesús nos habla, nos ilumina, nos guía”.

 

Una vez más, el Papa sugirió: “Tengan un pequeño Evangelio, un Evangelio de bolsillo, para llevarlo en el bolso, siempre con nosotros; y cuando haya un momento durante el día, lean algo del Evangelio”.

 

“Es Jesús quien nos acompaña. Un pequeño Evangelio de bolsillo, siempre con nosotros”, concluyó el Santo Padre.