Por: Perla Rodríguez Contreras
Las instalaciones del Congreso del Estado de Durango amanecieron con diversos destrozos en vidrios, además de pintas y otras expresiones que dejaron grupos feministas, durante la madrugada, luego que conocieron la determinación de diputados locales por rechazar el dictamen de iniciativa para la despenalización del aborto.
Ante esto fue cuestionado el alcalde, José Antonio Ochoa Rodríguez, quien dijo estar en contra de protestas que afecten el patrimonio, aunque recalcó que se tiene garantizado el derecho a opinar y manifestarse, al ser una garantía constitucional, pero siempre y cuando no se rebase la observancia de la Ley.
“Estoy en contra que en las manifestaciones se vea deteriorado nuestro patrimonio, los inmuebles que nos han costado a todos los duranguenses. (…) Este tipo de manifestaciones pues ya rayan en el vandalismo, y ya estoy en desacuerdo. Ojalá la autoridad ponga cartas en el asunto y castigue a los responsables”.
Y si bien declaró que no es competencia del Municipio la investigación correspondiente, sí dejó claro que “el derecho de una persona termina donde inicia el derecho de la otra”.