La Eurocámara pide más sanciones para Nicaragua por represión y tortura
(dw, 150922).- La detención del obispo Rolando Álvarez ha detonado una nueva resolución de la Eurocámara condenando la represión en Nicaragua.
“Nunca nos imaginamos que podría suceder esto, ni en los tiempos de la guerra: la persecución de la Iglesia Católica en Nicaragua hay que condenarla. Como nicaragüense agradezco que el Parlamento Europeo lo haga y me parece muy oportuno rechazar las gravísimas violaciones de derechos humanos que se están viviendo en el país”, dijo a DW Berta Valle, activista por la libertad de los presos políticos en su país.
La nueva resolución de la Eurocámara (aprobada por 538 votos a favor, 16 en contra y 26 abstenciones) “condena en los términos más fuertes posibles la represión y el arresto de miembros de la Iglesia Católica de Nicaragua, especialmente la del obispo Rolando Álvarez”. El obispo Álvarez fue detenido y llevado a la cárcel de El Chipote el 19 de agosto junto con otros cinco sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo. El 1 de agosto siete radios católicas operadas por la diócesis de Matagalpa habían sido clausuradas. Su actividad había sido calificada de desestabilizadora.
Presión europea
“Desde que aprobamos la resolución en junio, la situación no ha cambiado y, si ha cambiado, ha sido para empeorar. Con la detención del obispo, se añade un colectivo más a la represión general que está sufriendo la sociedad nicaragüense”, comentó a DW Jordi Solé, eurodiputado de la bancada de Los Verdes.
“Volvemos a pedir mayor presión de la Unión Europea para intentar revertir esta situación de conculcación generalizada de derechos humanos en Nicaragua”, añadió. Pidiendo la liberación de los más de 206 presos políticos, en el texto aprobado se condena su detención arbitraria, la falta de garantías y los tratos inhumanos y crueles que sufren.
Tortura en las cárceles
“En las celdas de El Chipote, los presos pueden contar los granos de frijoles que les dan. Son entre 30 y 35. Con un puñado de arroz. Hay algunos con problemas de salud y no han recibido la atención que requieren. Unos permanecen en penumbra y tienen acceso a luz solar solo 15 minutos cada diez días; otros están en celdas con luces las 24 horas”, cuenta Berta Valle, periodista, quien antes de salir al exilio en 2018 hacia Estados Unidos era presentadora de televisión.
Su esposo, Félix Madariaga, fue detenido en junio de 2021 junto con otros candidatos a la presidencia y líderes políticos. “Por 84 días estuvo desaparecido, no sabíamos nada de él. Han pasado quince meses y solo diez veces han permitido que su hermana lo visite. A su madre y a mí nos han negado una llamada, una carta, incluso un dibujo de nuestra hija”, apunta Berta Valle.
En esta situación, “creemos que las sanciones son un mecanismo de presión y pedimos incluir en la lista de sancionados a la pareja presidencial. En junio ya habíamos pedido incluir a los jueces”, apunta Jordi Solé. La resolución aboga también por hacer todos los esfuerzos posibles por que se abra otra vez un espacio de diálogo, algo por lo que había velado el obispo Álvarez. Pero, ¿con quién se va a dialogar, si hay 1700 organizaciones clausuradas y los líderes políticos y religiosos están en prisión?
Sanciones y diálogo
“Aunque eso es probablemente lo que quieren conseguir Daniel Ortega y Rosario Murillo: que no haya nadie en el país que conteste su gobierno. Entre los 400.000 nicaragüenses en el exilio, hay quienes siguen luchando por una Nicaragua democrática”, responde Solé, agregando que, desde la UE, se deben mantener los puentes para poder desempeñar un papel propositivo.
“Los pocos espacios de interlocución que quedan, recaen en la comunidad internacional”, opina Berta Valle. “Hemos pedido a la Cruz Roja Internacional -que todavía tiene algo de presencia en el país- que verifique las condiciones de nuestros familiares. Los pocos Estados y agencias de cooperación con representación en Nicaragua deben procurar espacios de diálogo. También la región centroamericana que tiene relaciones comerciales con el régimen”, agrega Berta Valle.
Relaciones comerciales con Nicaragua
Por su parte, Jordi Solé, refiriéndose al reiterado pedido de una parte de la Eurocámara de cortar todo nexo con el régimen, comenta: “Hemos debatido con actores nicaragüenses si sería adecuado aprovechar la capacidad de incidencia que tendría cortar relaciones comerciales con Nicaragua”. Por los efectos negativos que tendría en la población, prefiere, por el momento, que no se opte por esa vía.
Como fuere, aunque contenta por la condena de la Eurocámara a la represión que se vive en su país, Berta Valle no está satisfecha. “Yo, como todos los familiares de las personas presas políticas, pedimos reunificación familiar y resguardar la integridad de nuestros familiares. Creo que la UE y la comunidad internacional tienen aún mecanismos disponibles para hacer presión sobre el régimen de Nicaragua. Esperamos que los utilicen para ayudarnos a terminar con esta tortura”, concluye. (ms)