¡Detengàmonos!: estamos en Guerra Mundial

El Papa: estamos viviendo una guerra mundial, ¡detengámonos!

Un llamamiento, casi un grito el del Pontífice en la Plaza de San Pedro dirigido a los fieles que la abarrotan con motivo de la audiencia general, pero en realidad drigido a toda la humanidad para que cada uno se sienta llamado a su responsabilidad como constructor de la paz.

Gabriella Ceraso – Ciudad del Vaticano, 070922.

En Ucrania se cumplen 196 días de guerra, “la tierra sigue temblando y el pueblo ucraniano llora”, dijo el jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk en su último mensaje, refiriéndose a los combates que continúan en las regiones de Kharkiv, Donetsk, Luhansk. Y el Papa Francisco vuelve con la mirada allí, lo hace una vez más durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro donde también ve, entre la multitud, banderas con los colores amarillo y azul de la tierra ucraniana:

 

Y no me olvido de la atormentada Ucrania. Allí hay banderas

 

Sus palabras se convierten inmediatamente en un llamamiento, casi un grito, que llama a la responsabilidad de todos porque, como ya había dicho el miércoles pasado en la audiencia general, la guerra es ahora mundial:

 

Frente a todos los escenarios de guerra de nuestro tiempo, pido a cada uno que sea constructor de paz y rece para que se difundan en el mundo pensamientos y proyectos de concordia y reconciliación. Hoy estamos viviendo una guerra mundial, ¡detengámonos, por favor!

 

A María, a la que ha consagrado Rusia y Ucrania, a quien ha dedicado el rezo del Rosario y ha siempre incesantemente invocado, Francisco se dirige una vez más para obtener su protección y encomendar a los que más sufren en estos momentos:

 

A la Virgen María encomendamos las víctimas de toda guerra, de toda guerra, de manera especial al querido pueblo de Ucrania.

REFERENCIA RELACIONADA.

 

 

Francisco: Hoy estamos viviendo la tercera guerra mundial

En la Audiencia General, este miércoles 31 de agosto, el Santo Padre se explayó tanto sobre Ucrania como Irak, sacudido por un profundo malestar social.

Gabriella Ceraso – Vatican News, 310822.

 

Era el 1º de septiembre de 1939 cuando la Alemania nazi invadió Polonia, desencadenando la Segunda Guerra Mundial que causaría casi 70 millones de víctimas. Una agresión que nos recuerda dramáticamente a las víctimas de hoy y a la devastación que generan los conflictos en nuestro mundo, que parece no haber atesorado esa lección: de hecho, el Papa habla de una “tercera” guerra mundial, no “a trozos”, como ha dicho repetidamente hasta ahora, sino evidentemente global.

 

Guerra, dolor y memoria

Sus palabras se produjeron durante su saludo a los fieles de habla polaca durante la audiencia general en el Aula Pablo VI.  Francisco cita las celebraciones que tienen lugar cada año el 1 de septiembre en Polonia, empezando por la primera ciudad afectada por el bombardeo, Wielun, que marcó -dice- tan “dolorosamente a la nación polaca”. Luego, levantando la mirada, habla de improviso y añade:

 

“Mañana se recordará el aniversario del estallido de la Segunda Guerra Mundial, que tan dolorosamente marcó a la nación polaca. Y hoy estamos experimentando la Tercera. Que el recuerdo de las experiencias pasadas los impulse a cultivar la paz en vosotros mismos, en sus familias, en la vida social e internacional.”

 

La paz como deseo que debe alimentarse en vuestros corazones y luego en la sociedad y en el mundo: la paz deseada y esperada, la paz invocada tantas veces y que todavía hoy lleva al Papa a mirar lo que está sucediendo en el corazón de Europa desde el 24 de febrero:

 

“Recemos de manera especial por el pueblo ucraniano.”

 

Zaporizhzhia y el fuego cruzado

Las noticias de hoy vuelven a no escatimar en muertes y heridos. Es el día de la llegada de los expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica al emplazamiento de Zaporizhzhia con el objetivo de desmilitarizarlo, pero los bombardeos no cesan. Las defensas rusas han sido traspasadas en el frente de Kerson, mientras Kiev acusa a Moscú de golpear los pasillos necesarios para el paso de la misión del OIEA. De hecho, la mayor instalación nuclear de Europa está en manos del ejército ruso desde principios de marzo y es bombardeada desde hace varias semanas. El Presidente ucraniano Zelensky -que se reunió ayer por la tarde con la delegación de la agencia de la ONU- en su mensaje de vídeo a la nación esperaba que la misión se llevara a cabo de forma segura a pesar de la intimidación rusa. En Kharkiv, un edificio residencial fue bombardeado durante la noche, no hubo víctimas. En cuanto a las consecuencias económicas, desde esta mañana y durante tres días se ha interrumpido el suministro de gas a la UE desde Rusia. Para los trabajos de mantenimiento del Nord Stream, Gazprom dice. Moscú culpa a los problemas derivados de las sanciones occidentales.

 

Llamamiento por la paz en Irak

En el contexto de una tercera guerra mundial, se abre otro frente a la atención de los fieles gracias a las palabras del Papa. Durante su saludo a los peregrinos de lengua italiana, Francisco expresa toda su preocupación por los “acontecimientos violentos” ocurridos en Bagdad en los últimos días: invoca la paz y recuerda su viaje en 2021 entre gente que anhela la “normalidad”:

 

“Pidamos a Dios en la oración que dé la paz al pueblo iraquí. El año pasado tuve la alegría de visitar Irak y sentí de primera mano el gran deseo de normalidad y convivencia pacífica entre las diferentes comunidades religiosas del país. El diálogo y la fraternidad son el camino para afrontar las dificultades actuales y alcanzar este objetivo.”

 

Las dificultades son económicas y sociales: el país se encuentra en un impasse político y en los últimos días el asalto a las instituciones ha sido la manifestación del malestar general, ligado al anuncio de la dimisión del líder chiíta, el clérigo Moqtada al-Sadr. Una treintena de personas han muerto y cientos han resultado heridas.

 

El terremoto: Que las instituciones intervengan

Por último, el pensamiento de Francisco se dirigió a los ciudadanos de Amatrice, Accumuli y Arquata del Tronto presentes en el Aula Pablo VI. El 24 de agosto de 2016, un violento terremoto sacudió el centro de Italia, arrasando esas ciudades y pueblos. Sólo en Amatrice hubo 237 víctimas de las 299 totales. “Al recordar en la oración a los difuntos, renuevo -dijo el Papa- la cercanía al corazón de sus familias”. De ahí la esperanza de que la ayuda institucional y la de las “personas de buena voluntad” continúe para que podamos avanzar hacia el “renacimiento”.