Perla Rodríguez Contreras
El pasado 11 de abril amaneció quemado el templo de San Agustín ubicado en pleno Centro Histórico, y hasta el día de hoy, cuatro meses después, no ha podido ser subsanado el daño, pues según explica el vocero de la Arquidiócesis, el padre Noé Soto, representa un costo elevado.
En incidentes similares también se dañó la Catedral, el templo de Analco y de Nuestra Señora del Refugio. “Desgraciadamente esas puertas son muy costosas, es material caro, y sabemos nosotros de lo artístico que tienen. (…) Estamos hablando de más de 50 mil pesos por cada evento. Eso no depende de nosotros”.
Dijo que han solicitado apoyo al INAH, pues todos estos bienes inmuebles están en resguardo de este instituto y todos estarían asegurados, por lo que habría manera de que se hagan responsables de estos daños, y aunque se trata de procesos largos, al final se podría recibir un apoyo ante estos inmuebles.
“Tenemos la disposición para poder trabajar en la restauración, incluso nos hemos ofrecido a asumir costos y gastos, pero depende directamente del INAH porque llevan unos protocolos y especificaciones para que queden artísticamente como debe ser”.
Las puertas son caras en su elaboración, y ante ello están a la espera de conocer cómo habrá de procederse.