Ciudadanos que viven en Monterrey y su zona metropolitana persisten en su lucha por lograr contar con el vital liquido en sus domicilios, para lo cual tienen que enfrentar desde acudir a los centros comerciales y detectar la inexistencia de garrafones o bien andar a la búsqueda de alguna pipa.
De acuerdo con el testimonio de Jorge Luis Hernández, lector de Durangos 21 que reside ahora en Escobedo, Nuevo Léon, y que vivió por muchos años en Durango, es común en estos días observar que los anaqueles quedan sin agua para consumo humano, además de existir restricciones para su adquisición.
A diferencia de lo que ocurre en Durango, en donde durante la semana pasada tuvo la oportunidad de comprar agua sin ninguna restricción, en el área metropolitana de Monterrey solo se permite que una persona o familia pueda adquirir tres piezas del producto.
Para Hernández, los pequeños negocios de Durango dedicados a la venta de agua potable bien podría realizar ventas en el estado de Nuevo León en donde abunda la demanda debido a la crisis de agua que vive la zona conurbada.
Los habitantes de la zona metropolitana de la capital de Nuevo León, abundó Hernández, acuden a Saltillo a comprar agua, y en menor proporción llegan hasta la vecina ciudad de Torreón o Gómez Palacio, y son pocos los que se aventuran a venir a Durango.
Cabe destacar que a principios de junio se vivió el fenómeno de que muchos duranguenses que estudian en Monterrey decidieron regresar a su ciudad para evitar de esa manera el agobio del desabasto de agua.