Perla Rodríguez Contreras
En últimas fechas se tiene un repunte en la violencia en todos sus tipos, y cada vez en edades más tempranas, “antes veíamos que era en la etapa de la secundaria, de la preparatoria, sin embargo, ahora también en edades preescolares vemos que hay menor empatía en los niños. Disfrutan jalarle el cabello a la niña, de pegarle un chicle”, declaró la titular del Instituto de la Familia, Mina Argumedo García.
La funcionaria agregó que, si bien este tipo de agresiones parecieran mínimas, desde un inicio envían señales, además de que avanzan poco a poco.
Tras el regreso presencial a clases luego de haber permanecido en casa por la pandemia, se tuvo un incremento de violencia en las instituciones educativas de un 60 por ciento, expuso la funcionaria municipal, quien a la par detalló que se nota en los niños una mayor energía, pero esta no es canalizada de manera positiva.
Para abordar esta situación es necesario tener un trabajo conjunto entre padres de familia, docentes e instituciones de salud mental, de la familia.
“Tenemos que estar muy alertas. Cuando están los niños fuera de la escuela, los padres somos los responsables, pero cuando están en una institución educativa, esta, lo maestros y directivos son los que están encargados de garantizar el bienestar tanto emocional como físico de cada uno de los niños”.