San Pedro y Sucesores: Eje de Unidad Cristiana

Así celebra el Vaticano la Fiesta de la Cátedra de San Pedro

POR ALMUDENA MARTÍNEZ-BORDIÚ | ACI Prensa, 220222.

 

Como cada 22 de febrero, la Iglesia Católica celebra la Fiesta de la Cátedra de San Pedro, una fecha donde se reconoce la autoridad del Apóstol Pedro, el primer Papa, y de sus sucesores a lo largo de los siglos.

Celebración en la Basílica de San Pedro

Al entrar en la gran Basílica de San Pedro, es lo primero que llama la atención. Se trata de la sede de San Pedro, el trono tallado por Gian Lorenzo Bernini a mediados del siglo XVII.

Esta obra se encuentra en el presbiterio de la basílica y suele ser el primer lugar al que los fieles dirigen su mirada. El trono se apoya sobre cuatro grandes estatuas de bronce que representan a cuatro Padres de la Iglesia: San Agustín, San Ambrosio, San Anastasio y San Juan Crisóstomo.

En la parte superior del trono se encuentra un sol de alabastro dorado rodeado de ángeles que enmarca una vidriera en la que está representada una paloma, símbolo del Espíritu Santo. Se trata de la única vidriera coloreada de toda la Basílica de San Pedro.

Con motivo de la Fiesta de la Cátedra de San Pedro, desde la mañana hasta el atardecer se celebra la Santa Misa sin descanso en este altar, iluminado por numerosas velas que permanecen encendidas durante todo el día.

Estatua de San Pedro

Son muy pocas las obras de bronce de origen medieval que se conservan en la ciudad de Roma. Una de ellas es la estatua de San Pedro que se encuentra en la parte derecha de la nave central de la basílica.

Esta estatua muestra al Apóstol San Pedro con un rostro sereno. En su mano izquierda sostiene las llaves de la Iglesia y con la derecha hace un gesto de bendición. 

Cada 22 de febrero, esta estatua realizada por el escultor Arnolfo di Cambio se reviste de Papa, algo que solamente se vuelve a ocurrir el 29 de junio, el día de los Santos Pedro y Pablo.

Existe una tradición que consiste en tocar o besar el pie derecho de la estatua como señal de fidelidad al Papa, aunque desde hace algunos años solamente se permite rezar frente a ella desde unos metros de distancia.

Esta costumbre se remonta a la época del Papa Pío IX, quien concedió una indulgencia especial a quienes tocaran o besaran el pie de la estatua. Además, la tradición popular afirma que en el año 1725 un soldado polaco que tenía la pierna paralizada se curó milagrosamente tras tocar el pie del Apóstol.

Testigo de ese milagro fue Próspero Lorenzo Lambertini, futuro Benedicto XIV, quien por aquel entonces era canónigo de la basílica.

En la festividad de la Cátedra de San Pedro sus pies se esconden bajo un hábito de color púrpura y dorado y en su cabeza se coloca una gran corona.

Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia

El Evangelio de hoy nos recuerda las palabras que Jesús dijo a Simón Pedro: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del inframundo no prevalecerán contra ella. Te daré las llaves del reino de los cielos. Todo lo que ates en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desates en la tierra será desatado en el cielo (Mt 16,13-19)”.

El Papa Francisco reflexionó acerca de estas palabras y explicó que “Jesús nos pide a cada uno de nosotros, como primeros discípulos, la escucha interior de la voz del Padre y la consonancia con lo que la Iglesia, reunida en torno a Pedro, continúa proclamando”.

“Se trata de entender quién es para nosotros Cristo: si Él es el centro de nuestra vida, si Él es el fin de todo nuestro compromiso en la Iglesia, de nuestro compromiso en la sociedad. ¿Quién es Jesús para mí? Quién es Jesucristo para ti, para ti, para ti… Una respuesta que nosotros debemos dar cada día”, subrayó el Papa Francisco.

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Hoy se celebra la Cátedra de San Pedro, que evoca la unidad de los cristianos en torno al Papa

Redacción ACI Prensa, 220222.

 

Cada 22 de febrero, la Iglesia celebra la fiesta de la Cátedra de San Pedro (Cathedra Petri), celebración que se remonta al siglo IV de la era cristiana, cuyo sentido es honrar el primado y autoridad del Apóstol Pedro, el primer Papa, y sus sucesores a lo largo de los siglos.

Esta celebración recuerda la potestad conferida por Cristo a quien es “cabeza de la Iglesia”, tal como consta en los Evangelios: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella” (Cfr. Mt 16, 18-19).

La ‘cátedra’ o ‘sede’

La palabra ‘cátedra’ significa ‘asiento’ o ‘trono’; proviene del latín ‘cathedra’, que es, a su vez, un préstamo del griego. En español otros vocablos se derivan de ella, como por ejemplo ‘catedral’.

El término ‘catedral’ designa a la iglesia o templo donde un obispo tiene un ‘trono’ desde el cual gobierna y predica. Sinónimo de ‘cátedra’ es también ‘sede’ (‘asiento’ o ‘sitial’); la ‘sede’ es el lugar simbólico desde donde un obispo gobierna su diócesis. Por ejemplo, llamamos “Santa Sede” a la ‘sede’ del “Obispo de Roma” -es decir, el Papa-.

Sin embargo, al lado del aspecto simbólico, permanece la connotación más literal del término. Hoy, la ‘cátedra’ o ‘sede’ como trono pontificio se conserva en la Basílica de San Pedro, en Roma. Esta sede fue donada por Carlos el Calvo, rey de Francia, al Papa Juan VIII en el siglo IX con motivo del viaje de su coronación, en épocas en las que el Papa cumplía con la función de ratificar el poder político.

En el caso de Carlos el Calvo, el Papa lo coronó emperador romano de Occidente. Este trono se conserva como reliquia, integrando una magnífica composición barroca, obra de Gian Lorenzo Bernini, quien la talló entre 1656 y 1665.

La obra de Bernini está enmarcada por cuatro pilastras. En el centro se sitúa el trono de madera, con incrustaciones de bronce dorado, decorada con relieves representando la “traditio clavum” o “entrega de llaves”. El trono se apoya sobre cuatro estatuas de bronce, que representan a cuatro de los doctores de la Iglesia.

En primer plano, San Agustín y San Ambrosio, por la Iglesia latina; y San Atanasio y San Juan Crisóstomo, por la Iglesia oriental. Por encima del trono aparece un sol de alabastro decorado con estuco dorado rodeado de ángeles, que enmarca el célebre vitral en el que aparece la imagen de una paloma de 162 cm, símbolo del Espíritu Santo. Es la única vidriera coloreada de toda la Basílica de San Pedro.

La ‘cátedra’, símbolo de la doctrina

En síntesis, la sede o trono que se conserva como objeto físico es en realidad la expresión simbólica de la grandeza del poder espiritual de Dios en la tierra que cada sucesor de Pedro representa. Por último, ese poder espiritual representado por el Sumo Pontífice evoca la enseñanza de quienes han sido Cabezas de la Iglesia y Guías del Pueblo de Dios a través del sendero de la historia. “Cátedra” es por eso también sinónimo de “magisterio” o “enseñanza”. Cuando el Papa habla, enseña, conduce, consuela, aclara, guía al rebaño de Dios; y muestra a todos que la Iglesia continúa peregrinando hacia su destino final: el encuentro con su Creador.

La celebración en la Basílica de San Pedro

Todos los años en esta fecha (22 de febrero), el altar monumental que acoge la Cátedra de San Pedro en la Basílica permanece iluminado durante todo el día con multitud de velas, y se celebra la santa misa de manera continua, una tras otra, desde la mañana hasta el atardecer. La celebración concluye con la Misa del Capítulo de San Pedro.

San Pedro intercede por la Iglesia

Pidamos por intercesión de San Pedro por el Papa Francisco y por los obispos, para que en todo permanezcan fieles al Evangelio y lo anuncien, libre de toda mancha, al mundo entero. Pidamos también por la unidad de la Iglesia que Cristo fundó.

Para conocer más sobre la Cátedra de San Pedro, lea este artículo de la Enciclopedia Católica.

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