A partir del 7 de enero se observó una caída importante en la movilidad al interior de los restaurantes, es decir, que los flujos bajaron y a estas alturas se habla de una caída de un 70% informó el presidente de CANIRAC, Miguel Camacho Herrera.
De esta manera, los restaurantes están operando a un 30% de su capacidad, lo que evidentemente es un asunto castigado que pone en aprietos al gremio, “es comparable con el pico más fuerte de la pandemia que se tuvo en 2020”.
El restaurantero explicó que para este tipo de negocios trabajar a un 30% de capacidad no es ni siquiera llegar a un margen donde se pueda considerar una ganancia, por lo contrario en este momento todo ha sido perdida a partir del 7 de enero.
Resaltó que ellos quieren conservar los empleos, pero se requiere que la sociedad apoye para bajar los niveles de contagios y para consumir local aún con servicio a domicilio.
Indicó que las situación es más complicada si se considera que se tiene una cuesta de enero difícil con una inflación elevadísima, con insumos que no paran de elevar su precio y encima de esto con un bajo flujo a causa de la pandemia de Covid-19.
Por ello, Camacho Herrera reafirmó que es importante tener en cuenta que los restaurantes son los lugares más confiables para acudir en medio de esta pandemia porque se aplican los protocolos de manera permanente y se mantiene la mesa segura.
Para concluir, aclaró que no se soportaría un semáforo rojo más donde hubiera restricciones en los aforos dentro de los restaurantes, además considerando que están bajando de manera natural.