El incremento desmedido en los precios de los bienes y servicios de primera necesidad, obliga a los trabajadores a proponer incrementos contractuales al menos 4 puntos por arriba de la inflación, que cerrará el año cerca del 8%, aunque la prioridad seguirá siendo la conservación de las fuentes de empleo que también sufren problemas económicos a causa de la escalada inflacionaria.
En opinión del diputado Ricardo Pacheco, preocupa no solamente a la clase obrera adherida a la CTM, sino a todos los sectores de la población, los aumentos sin control en los precios al consumidor de la canasta básica, que ya rebasaron de antemano, el 68% de alza que se aplicará a los salarios mínimos a partir del primero de enero del 2022.
La escalada sin freno que registran los precios de los productos y servicios básicos, a consecuencia, sobre todo, por el crecimiento al valor de los combustibles como la gasolina, el gas LP y también a la electricidad, golpea por igual a la economía de las empresas y sus trabajadores.
Sin embargo, es en los hogares de quienes devengan sueldos por encima de los 200 pesos, donde se refleja esa pérdida del poder adquisitivo que genera la ampliación inmoderada en el índice de precios al consumidor, enfatizó el también dirigente estatal de la Confederación de Trabajadores de México.
Reiteró su llamado a los gobiernos y el Banco de México, por la implementación de políticas económicas que controlen los precios de la canasta básica, a la par con la ejecución de obras públicas que reactiven la economía.
Asimismo, evitar que al amparo de los vaivenes hacia arriba en el valor de la gasolina, la electricidad, el gas doméstico, etc., los malos comerciantes se dediquen a especular con los productos, todo en detrimento de los hogares mexicanos.
Ante tal escenario de crisis económica, patrones y sindicatos dialogan con el fin de encontrar los equilibrios que por un lado procuren el bienestar de los trabajadores, pero también que se preserven las empresas.
Reiteró el clima de armonía prevaleciente, lo que hace que las negociaciones se lleven sin necesidad de pensar en la huelga, sino en las condiciones económicas de los sectores de la producción.
Dijo que no era prudente hablar de un porcentaje de incremento salarial único, ya que los acuerdos serán conforme a las circunstancias y condiciones económicas de las fuentes de empleo en lo particular.