Diálogo generacional, Educación integral y Trabajo digno, vía a la Paz

 El Papa Francisco propone 3 caminos para construir una paz duradera

POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa, 211221.

En su mensaje para la 55° Jornada Mundial de la Paz que se celebrará el 1 de enero de 2022, el Papa Francisco propone tres maneras o “caminos” para construir, todos juntos, una paz duradera que permita superar conflictos, guerras y desafíos como los que plantea la pandemia del COVID.

“Todavía hoy, el camino de la paz, que San Pablo VI denominó con el nuevo nombre de desarrollo integral permanece desafortunadamente alejado de la vida real de muchos hombres y mujeres y, por tanto, de la familia humana, que está totalmente interconectada”, afirma el Santo Padre en su mensaje dado a conocer hoy, en rueda de prensa, por el Vaticano.

“A pesar de los numerosos esfuerzos encaminados a un diálogo constructivo entre las naciones, el ruido ensordecedor de las guerras y los conflictos se amplifica, mientras se propagan enfermedades de proporciones pandémicas, se agravan los efectos del cambio climático y de la degradación del medio ambiente, empeora la tragedia del hambre y la sed, y sigue dominando un modelo económico que se basa más en el individualismo que en el compartir solidario”, prosigue el Santo Padre.

En el mensaje titulado “Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera”, el Papa Francisco plantea “tres caminos para construir una paz duradera. En primer lugar, el diálogo entre las generaciones, como base para la realización de proyectos compartidos”.

En segundo lugar, “la educación, como factor de libertad, responsabilidad y desarrollo. Y, por último, el trabajo para una plena realización de la dignidad humana. Estos tres elementos son esenciales para ‘la gestación de un pacto social’ sin el cual todo proyecto de paz es insustancial”.

1.- Diálogo entre generaciones para construir la paz

El Papa Francisco afirma que la actual crisis sanitaria ha incrementado la sensación de soledad y el dolor; pero también se han podido ver “generosos ejemplos de compasión, colaboración y solidaridad en todo el mundo”.

En ese sentido, el Santo Padre alienta a recuperar la confianza y dialogar, es decir “escucharse, confrontarse, ponerse de acuerdo y caminar juntos. Fomentar todo esto entre las generaciones significa labrar la dura y estéril tierra del conflicto y la exclusión para cultivar allí las semillas de una paz duradera y compartida”.

“Aunque el desarrollo tecnológico y económico haya dividido a menudo a las generaciones, las crisis contemporáneas revelan la urgencia de que se alíen”, precisa.

Por un lado, “los jóvenes necesitan la experiencia existencial, sapiencial y espiritual de los mayores; por el otro, los mayores necesitan el apoyo, el afecto, la creatividad y el dinamismo de los jóvenes”.

El Papa Francisco resalta luego que “la crisis global que vivimos nos muestra que el encuentro y el diálogo entre generaciones es la fuerza propulsora de una política sana, que no se contenta con administrar la situación existente ‘con parches o soluciones rápidas’, sino que se ofrece como forma eminente de amor al otro, en la búsqueda de proyectos compartidos y sostenibles”.

“Si sabemos practicar este diálogo intergeneracional en medio de las dificultades, ‘podremos estar bien arraigados en el presente, y desde aquí frecuentar el pasado y el futuro: frecuentar el pasado, para aprender de la historia y para sanar las heridas que a veces nos condicionan; frecuentar el futuro, para alimentar el entusiasmo, hacer germinar sueños, suscitar profecías, hacer florecer esperanzas”.

De ese modo, “unidos, podremos aprender unos de otros’, Sin raíces, ¿cómo podrían los árboles crecer y dar fruto?”.

2. La instrucción y la educación como motores de la paz

En su mensaje el Papa Francisco lamenta que en los últimos años se gaste en el mundo más dinero en armamentos que en la educación; y alentó a invertir más en este rubro fundamental.

“Es oportuno y urgente que cuantos tienen responsabilidades de gobierno elaboren políticas económicas que prevean un cambio en la relación entre las inversiones públicas destinadas a la educación y los fondos reservados a los armamentos”, asegura.

El Santo Padre también expresa su deseo de que “la inversión en la educación estuviera acompañada por un compromiso más consistente orientado a promover la cultura del cuidado. Esta cultura, frente a las fracturas de la sociedad y a la inercia de las instituciones, puede convertirse en el lenguaje común que rompa las barreras y construya puentes”.

“Es necesario forjar un nuevo paradigma cultural a través de ‘un pacto educativo global para y con las generaciones más jóvenes, que involucre en la formación de personas maduras a las familias, comunidades, escuelas y universidades, instituciones, religiones, gobernantes, a toda la humanidad’”.

El Papa Francisco explica en su mensaje que este pacto debe promover “la educación a la ecología integral según un modelo cultural de paz, de desarrollo y de sostenibilidad, centrado en la fraternidad y en la alianza entre el ser humano y su entorno”.

3. Promover y asegurar el trabajo construye la paz

“El trabajo es un factor indispensable para construir y mantener la paz; es expresión de uno mismo y de los propios dones, pero también es compromiso, esfuerzo, colaboración con otros, porque se trabaja siempre con o por alguien”, recuerda el Santo Padre.

“En esta perspectiva marcadamente social, el trabajo es el lugar donde aprendemos a ofrecer nuestra contribución por un mundo más habitable y hermoso”, destaca.

En medio de la crisis sanitaria por el COVID, con el consiguiente aumento del desempleo, la violencia y el crimen organizado, el Papa Francisco subraya que “la respuesta a esta situación solo puede venir a través de una mayor oferta de las oportunidades de trabajo digno”.

“El trabajo, en efecto, es la base sobre la cual se construyen en toda comunidad la justicia y la solidaridad. Por eso, ‘no debe buscarse que el progreso tecnológico reemplace cada vez más el trabajo humano, con lo cual la humanidad se dañaría a sí misma. El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal’”.

El Papa indica asimismo que es necesario “unir las ideas y los esfuerzos para crear las condiciones e inventar soluciones, para que todo ser humano en edad de trabajar tenga la oportunidad de contribuir con su propio trabajo a la vida de la familia y de la sociedad”.

“Es más urgente que nunca que se promuevan en todo el mundo condiciones laborales decentes y dignas, orientadas al bien común y al cuidado de la creación”, agrega.

En este proceso de generación de trabajo digno, cuidando a los trabajadores, “la política está llamada a desempeñar un rol activo, promoviendo un justo equilibrio entre la libertad económica y la justicia social”.

“Y todos aquellos que actúan en este campo, comenzando por los trabajadores y los empresarios católicos, pueden encontrar orientaciones seguras en la doctrina social de la Iglesia”.

En su mensaje el Papa agradece a todos los que trabajan para hacer frente a la pandemia, asegura su oración por las víctimas y anima a gobernantes, a los responsables políticos y sociales, a los pastores de las comunidades eclesiales, y a los hombres y mujeres de buena voluntad, a “que sigamos avanzando juntos con valentía y creatividad por estos tres caminos: el diálogo entre las generaciones, la educación y el trabajo”.

“Que sean cada vez más numerosos quienes, sin hacer ruido, con humildad y perseverancia, se conviertan cada día en artesanos de paz. Y que siempre los preceda y acompañe la bendición del Dios de la paz”.

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