El tema de los migrantes en los saludos del Papa Francisco
Dolor del Papa ante la situación de migrantes expuestos a peligros muy graves, como los que murieron recientemente en el Canal de la Mancha, los que están en la frontera de Bielorrusia, y los que se han ahogado en el Mediterráneo.
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano. (VN, 281121).
El Papa, en sus saludos, dijo que ayer, tuvo un encuentro con miembros de asociaciones y grupos de migrantes y de personas que, “con espíritu de fraternidad, comparten su camino”, y que este mediodía, estaban en la plaza. De allí partió su reflexión: “Pensemos en cuántos migrantes están expuestos, incluso en estos días, a peligros muy graves, y cuántos pierden la vida en nuestras fronteras”.
“Me duele la noticia de la situación en la que se encuentran tantos de ellos: de los que murieron en el Canal de la Mancha; de los que están en las fronteras de Bielorrusia, muchos de los cuales son niños; de los que se ahogan en el Mediterráneo”.
El Papa expresó su dolor también por los migrantes que son repatriados al norte de África, “capturados por los traficantes, que los convierten en esclavos: venden a las mujeres, torturan a los hombres… De los que, también esta semana, han intentado cruzar el Mediterráneo buscando una tierra de bienestar y encontraron allí, en cambio, una tumba; y de tantos otros”.
La oración del Papa por los migrantes
A los migrantes que se encuentran en estas situaciones de crisis, el Pontífice les aseguró su oración y su corazón: sepan, dijo, que estoy cerca de ustedes.
Rezar y obrar. Dio también las gracias a todas las instituciones, tanto de la Iglesia Católica como de otros lugares, especialmente a las agencias nacionales de Cáritas y a todos los que se comprometen a aliviar su sufrimiento.
Renovó su más sincero llamamiento a quienes pueden contribuir a resolver estos problemas, especialmente a las autoridades civiles y militares, para que el entendimiento y el diálogo se impongan finalmente a cualquier tipo de instrumentalización y orienten sus voluntades y esfuerzos hacia soluciones que respeten la humanidad de estas personas.
Y pensando en los migrantes, en su sufrimiento, solicitó a toda la plaza, a cada uno de los fieles presentes un minuto de silencio, rezando por ellos.
Por último sus saludos a los peregrinos venidos de Italia y de diferentes países. Saludó a las familias, a los grupos parroquiales, a las asociaciones. En particular, saludó a los fieles de Timor Oriental, de Polonia y de Lisboa.