El amor a sus alumnos y a su profesión fueron los motivos para trabajar por 16 años en el Programa Nacional de Inglés en Durango, aun y cuando en estos años no se les ha otorgado ningún servicio médico por el cual se ha luchado, pero desgraciadamente para la maestra María Esperanza González Bautista, fue diagnosticada de cáncer de tiroides y vivió en carne propia la necesidad de tener el respaldo de los derechos de salud.
En el mes de mayo de este año se le diagnosticó el cáncer de tiroides y, al no contar con seguro de salud, su familia apoyó para los gastos de todos los estudios y análisis en la primera etapa, gracias a que su esposo cuenta con Seguro Social pudo ser intervenida en el mes de agosto en donde gracias a su cirujano pudo salvarle la voz, que en el panorama más alarmante era que podía perderla.
“Al no contar con IMSS no me podían dar una incapacidad, por lo que a la semana de operada me incorporé a las clases de inglés en línea con mis alumnos”, dijo González Bautista.
En esta segunda oportunidad de vida que se le está dando, dijo la maestra Esperanza, seguirá alzando la voz para que sus compañeros puedan contar con mejores condiciones de trabajo.
Hay maestros de PRONI que tienen trabajando desde hace 18 años por contrato, por tal motivo no se les da derecho a los servicios de salud y las autoridades tanto estatales como federales no les dan una solución a sus demandas que van desde el simple hecho de que se les paguen sus quincenas trabajadas en tiempo y forma, hasta el derecho humano que son los servicios de salud.
“En el 2020 los maestros de Inglés sufrieron enfermedades, hambre, debido que no se les tomó en cuenta para dar la clase de inglés en línea, no se les pagaba, hubo bajas de compañeros por COVID-19, murieron sin tener sueldos ni mucho menos su pago, finalmente ya avanzado el ciclo escolar se nos renovó el contrato, son muchas injusticias las que hemos pasado y ninguna autoridad nos ayuda”, señaló González Bautista .
Pese a todo lo que ha pasado, la maestra González Bautista dijo ser feliz de poder continuar enseñando a sus alumnos una segunda lengua, lo que le resulta una labor gratificante que la vida le ha otorgado, ello a pesar de los malos momentos como profesionista.
“Enseñar en sí es regresar a la vida la oportunidad del conocimiento”, finalizó la maestra que tiene 16 años ante grupo sin ningún reconocimiento de las autoridades a esta noble labor.
Sin reconocimiento a nuestra antigüedad seguimos enseñando por el amor a nuestra profesión y a los niños, hemos aguantado todo tipo de injusticias no tener acceso a un servicio de salud es uno de ellos
No tener acceso a un servicio tan indispensable como es la salud es una de las injusticias que hemos pasado al pertenecer al programa Nacional de inglés, seguimos por amor a nuestra profesión y a la enseñando a los niños.