Prácticamente en números rojos están trabajando muchas empresas de la industria panificadora, y es que el precio de los insumos ha crecido en promedio un 25%, y los ajustes en el precio, en el caso de Durango, oscilan en un 12%; mientras tanto el aumento y la inflación están imparables.
Así lo manifestó en entrevista Fernando Flores Gómez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (CANAINPA), quien anotó que este sector no es la excepción en cuanto a la preocupación por el tema de los incrementos y el despunte de la inflación en el país.
Se tienen ajustes de incrementos por 25% en promedio, pero hay algunos que preocupan muchísimo como es el caso de las harinas de trigo que alcanza un alza del 40%, en tanto que insumos como grasas y aceites oscilan en un incremento del 30%, la energía eléctrica se ha elevado un 30% y la gasolina un 22%.
Es muy difícil enfrentar todos esos incrementos, más cuando la sociedad también está lastimada económicamente; no se pueden aumentar los precios del producto final en la misma proporción. Durango ha aumentado sus precios en el pan una sola vez, pero otras entidades han hecho hasta dos ajustes.
Sin embargo, la industria panificadora también se enfrenta a una situación negativa que creció durante la pandemia y se trata de la informalidad.
No se encuentra una alternativa viable para pasar un próximo semestre con estas circunstancias, por lo que se cree que podrían estar en riesgo algunas empresas.