La crisis económica derivada de la contingencia sanitaria está afectando seriamente al campo duranguense y de todo el país, por lo que las y los campesinos demandan un precio de garantía justo ante la incertidumbre que están viviendo y así evitar una crisis social, consideró la diputada Gaby Hernández López.
“Hoy los productores nacionales y particularmente los de nuestra entidad viven la incertidumbre de la aplicación de este programa de precios de garantía para el resto del año y el 2021, ya que los retrasos, la falta de comunicación y la nula coordinación de las autoridades y los campesinos, es una constante”, resaltó durante la sesión ordinaria.
En este sentido, precisó que la crisis económica y sanitaria está afectando al campo mexicano, el cual es uno de los sectores más pobres del país, sin embargo, aún en estas condiciones sigue garantizando la producción de alimento para todos los mexicanos, ya que este sector con pandemia y sin pandemia, no se detiene.
“Queremos evitar la crisis social, por eso alzamos la voz para que las autoridades fijen una postura sobre el precio de garantía y se ponga especial énfasis en su operación, aplicándolo de una forma correcta y oportuna, porque el campo hoy necesita de nosotros para apoyar a los productores que son héroes invisibles, expresó la joven legisladora.
Al respecto, Hernández López explicó que la mayor parte de la agricultura en Durango es de temporal y este año no ha vuelto a llover desde la segunda quincena de septiembre, lo que provocó una disminución en la producción de frijol, casi la mitad, ya que normalmente en una hectárea se cosechan de 800 a mil kilogramos de la leguminosa; este año debido a ello se están recolectando solo 400 a 500 kilogramos.
A este difícil panorama, la representante del Distrito 15, explicó que hay que sumarle el precio de garantía que han dejado de ser una verdadera “garantía” para los productores, ya que se encuentran muy debajo por el precio del mercado, ya que Segalmex fijó el precio a 14.50 pesos por kilogramo, cuando el precio mínimo de compra en el mercado rural es de 17 pesos, por lo que se han subestimado los costos de la producción.
Lo anterior, dijo que genera un impacto negativo en el campo, al ser uno de los sectores más pobres de la económica mexicana, por lo que debe existir una sinergia adecuada entre las autoridades y los productores.