Dos Políticos Mexicanos chocan en la Reflexión de la Encíclica “Fratelli Tuttí”
(ACN-con información de Religión Digital), 151020.
Fue el primer panel de reflexión a torno a la encíclica papal. La Conferencia del Episcopado Mexicano, quizá en un eco del nombre “Fratelli Tutti” quiso reunir a académicos y políticos de derecha e izquierda para lograr un acuerdo en torno al capítulo 5 del documento, “La mejor política” para analizar las virtudes y riesgos del servicio público y la expresión del servicio en el poder como la mejor forma de caridad en la sociedad que, como afirma el Papa, está sujeta a diversas formas “que dificultan la marcha hacia un mundo distinto”.
El panel de reflexión contó con la presencia de académicos y personajes que hoy son actores en el complejo escenario nacional. Y quizá el plato fuerte, la sal y pimienta de esta reflexión, fue puesto por el coordinador de la bancada panista en Cámara de Diputados, Juan Carlos Romero Hicks y el senador Ricardo Monreal Ávila, coordinador del grupo parlamentario de Morena en la Cámara Alta.
Después de algunas disertaciones que rayaron más bien en la cortesía y un tono académico, el turno de los dos legisladores puso en la mira al presidente de la República. Fue Romero Hicks quien, en cuatro puntos de reflexión contrastó la palabra de la Encíclica con la actual situación de México en torno a populismo como política de Estado encarnado en López Obrador.
“Al leer este documento, de inmediato podemos creer que puede ser incómodo para la clase política del mundo porque señala con precisión los males y la raíz de los males de la época. Si algún político de la época no se siente aludido, puede significar dos cosas: O que no le entendió o que raya en el cinismo o que ya no le duele el dolor de los demás…”.
Esto dio paso al examen de las virtudes y los vicios de la política, particularmente del populismo como forma de la política que se “agrava cuando se convierte, con formas groseras y sutiles, en un avasallamiento de las instituciones y de la propia legalidad”.
La lectura de los elementos del populismo abrió la puerta para que el legislador hiciera una lectura de la realidad mexicana. “Tenemos lamentablemente el gobierno de un solo hombre que no integra en su política al pueblo más que para decirle que va a darle beneficios y el Papa señala que el pueblo es una entidad real, capaz de participar del desarrollo…”
El coordinador panista advirtió de la quiebra de la organización social al señalar que el presidente ha desdeñado a los diversos sectores sociales, “no hemos construido una visión conjunta de futuro, el presidente casi no dialoga con nadie. Con nosotros, los coordinadores parlamentarios, se ha reunido en una ocasión… casi no recibe a nadie, no participa del fortalecimiento de las instituciones y a una manera diferente, le asigna, por ejemplo, a las fuerzas armadas tareas para las cuales no tienen vocación: aeropuertos, administración de aduanas, construcción de bancos…
Pretende gobernar a través de mañaneras, declaraciones a través de los tuits y de los medios de sociales y el contraste, el Papa Francisco afirma lo contrario al reconocer a los demás, a escucharlos, a ser fraternos, a la amistad social, a la caridad política…”.
Romero Hicks criticó también las decisiones unilaterales de la presidencia al cancelar estructuras… Es la quiebra del futuro como una de sus preocupaciones al observar que el presidente de México está más anclado al pasado:
“No alcanza a reconocer que el pasado es un lugar de referencia y no un lugar de residencia… llegó con el virus del odio, no con el amor para poder unirnos a todos los demás… está más preocupado por impulsar sus proyectos personales, que ya conocemos, que impulsar algo más importante, la confianza…”
El político panista criticó igualmente la sumisión del Poder Legislativo a los caprichos presidenciales: “Nos hemos convertido en un querer legislativo” y ve con alarma no sólo la sumisión del Poder Judicial, corroborando el desprecio de las instituciones en general y exhibiendo en mal manejo de la pandemia. “Hay una quiebra del diálogo… se necesita generar certeza”.
Romero Hicks celebró la reunión reconociendo a los asistentes, especialmente al senador Monreal a quien definió como uno de los pocos hombres al que el presidente de la República escucha.
En su turno, el senador Ricardo Monreal, al examinar el capítulo 5 de la Encíclica papal, destacó que el documento de Francisco es el más político de todo el magisterio pontificio. A diferencia de Laudato Si’, el senador consideró que Fratelli Tutti tiene un espectro más amplio “rechaza tajantemente el sistema económico global imperante” coincidiendo que el documento tiene relevancia para México, no sólo porque la población aun es mayoritariamente católica, también porque el “país es uno de los que más ha sufrido las consecuencias de este modelo económico que ha persistido hasta 2018…”
Monreal enfatizó el exhorto del Papa a todos los gobiernos a escuchar y no enfocarse en trivialidades que los desvían del fin último de la política… “Los invita a trabajar por las personas más vulnerables, por los seres humanos cuyas condiciones sociales y bienestar se han vuelto frágiles. Es comprensible que el Papa haga este estilo de llamados pues se trata del primer líder de la Iglesia católica que proviene de Latinoamérica, una de las regiones más azotadas por los efectos del neoliberalismo.
Él conoce, de primera mano, la desigualdad y la pobreza, que ha imperado en la región. Por eso ahora, desde el llamado trono de san Pedro, denuncia estos fenómenos que durante años fueron dejados en manos del mercado… Debemos alejarnos de ese dogma de fe neoliberal”.
Más adelante, enfatizó la exigencia del Papa Francisco a la cooperación entre pueblos afirmando: “Hoy más que nunca, queda claro que ningún país o persona puede enfrentar, de manera aislada, una crisis como la que actualmente atraviesa el mundo… son de vital importancia las redes de cooperación internacional para atender a las personas más desfavorecidas…”.
Posterior a las consideraciones sobre las propuestas del Papa Francisco para contrarrestar los efectos del neoliberalismo y favorecer el propósito social, de lo cual requiere de una gran voluntad política para ponerlos en la práctica, el coordinador del grupo parlamentario mayoritario en el Senado apuntó hacia los dichos del diputado Romero Hicks para sustentar y sostener las políticas del actual gobierno justificándolo en el marco del análisis de la Fratelli Tutti:
“Aunque yo tenía mi preparación y discurso muy enfocado a la encíclica sin meterme a personas, ni a gobiernos, es mi deber moral, como parte de un movimiento, expresar mi punto de vista contrario al que mi amigo, Romero Hicks ha expresado…”.
Enseguida, expuso lo que consideró los elementos clave de la política de López Obrador hacia el pueblo como uno de los impulsores para que el pueblo cambie su pensamiento entorno a lo que es y lo que debe ser el ejercicio de la política:
“Debo replicar, no me debo callar. El presidente López Obrador es un hombre honesto, ética y moralmente incorruptible, proviene de los sectores más pobres y de las familias más humildes y es un hombre dispuesto a privilegiar la política social para proteger a los pobres y a los desvalidos. De hecho, es el primer presidente en la historia moderna que destina recursos cuantiosos a los pobres, adultos mayores, madres solteras, estudiantes, jóvenes, mujeres, discapacitados. Él es el padre de la política social moderna…”.
Monreal, aunque afirmó en varias ocasiones no inclinar su discurso para referir a persona alguna, en un documento que leyó con vehemencia destacó a López Obrador como el gobernante que todos los días lucha contra los vicios de la política: “El presidente López Obrador lucha contra la insidia, contra la envidia todos los días, contra la calumnia y contra los intereses perversos y perniciosos que quisiera doblegarlo”.
El político de Morena recordó al auditorio su carrera en el Poder Legislativo. “He sido legislador nueve veces” afirmó y espetó las afirmaciones de Romero Hicks al traer a la memoria cómo las mayorías parlamentarias mayoriteaban a las reducidas fuerzas de izquierda antes de su acceso al poder: “Es falso lo que aquí se dice que el Poder Legislativo gozó de autonomía. No, el Poder Legislativo era el más ciego, obediente y subordinado en los gobiernos del PRI y del PAN… Yo fui legislador, nunca aprobaron una propuesta nuestra aunque fuera buena, se nos pisoteaba, se nos ninguneaba, se nos excluía, se nos mayoriteaba…”.
A diferencia del pasado, este es el “mejor momento del poder legislativo” a decir del senador Monreal, quien hizo gala de sus convicciones religiosas para meter las manos al fuego por el presidente. “Soy católico, no me gusta mentir. Por eso honro mi palabra con mis principios, nunca he recibido una indicación tajante, a manera de orden, para doblegar al Poder Legislativo”.
Al concluir su apología de la actual política, recordó que la principal cualidad del presidente fue frenar al stato quo para el cambio de régimen y casi juró profesión y devoción al actual mandatario: “Ha tenido que luchar contra fuerzas de todo tipo. Le creo a él, se desnudó de todos los privilegios, excesos y lujos a los que los presidentes estaban acostumbrados…”
La reflexión final de este panel correspondió al presidente de la CEM, el arzobispo Rogelio Cabrera López, quien concluyó con algunas consideraciones sobre el Papa Francisco y su amplitud de visión y del llamado a ser samaritanos, de cercanía para todos los seres humanos. “Nos sentimos movidos y empujados con el Papa Francisco a interpretar bien el mundo y para ser conscientes de todo aquello que tiene que cambiar…”.
En el panel también compartieron sus reflexiones el secretario general de la CEM, el auxiliar de Monterrey, Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola, la catedrática y consejera del IMDOSOC, María Luisa Aspe Armella; el exprocurador y consejero de la Judicatura, Bernardo Bátiz Vázquez y el presidente municipal de Apodaca, Nuevo León, el Lic. César Garza Villarreal, todos moderados por el padre David Jasso Ramírez, secretario de relaciones institucionales de la Conferencia del Episcopado Mexicano.