Divisionismo planeado, es Diabólico: AD

“Todo aquel que siembra divisiones… fifís y chairos ¡es del diablo!”: Obispo de la Paz, BC

 

(AGENCIA CATOLICA DE NOTICIAS, 101020)

En vivo desde la Catedral de Nuestra Señora de la Paz, El Obispo de la diócesis de la Paz Baja California Sur, Mons. Miguel Ángel Alba Díaz, al término de la misa de este 10 de octubre, sorprendió con un mensaje firme y fuerte, cuya dedicatoria fue dirigida a Andrés M. López Obrador, presidente de México.

 

El mensaje ha sido replicado y ha corrido con rapidez en las redes sociales por su contundencia al señalar que “todo aquel que siembra divisiones, ricos y pobres, fifís y chairos ¡es del diablo!”.

En el mismo mensaje pausado, con énfasis, sereno y firme se refirió a la esposa del presidente, quien dio a conocer que había entregado una carta al Papa Francisco en la que insiste López Obrador en que “la Iglesia debe pedir perdón a los mexicanos por las “atrocidades cometidas en la Conquista”; esto de acuerdo a la leyenda negra en la que ha formado su criterio el presidente y ha estado reiterando en “las mañaneras”.

La respuesta del prelado, con la que da un revés al  gobierno de la república, es sumamente dura y contundente:

“Yo invitaría también al Gobierno Nacional a que pida perdón por hechos más recientes, que pida perdón por las leyes, por la Constitución del 17 y la Ley Calles qué violaron la libertad religiosa del 90% de su población, de sus propios ciudadanos; que obligaron a los cristianos a vivir en la clandestinidad. Que pida perdón por todos los que fueron asesinados sumariamente por las autoridades durante la cristiada”.

Es claro que este presidente de la República no ha escatimado esfuerzos en la polarización social, en dividir a los mexicanos y en generar encono con las instituciones, los comunicólogos, los científicos, los niños que mueren de cáncer, los expertos en salud y con todo el que se traviese en su camino.

Aquí el texto íntegro:

Al final del texto de la carta a los Gálatas que hoy hemos escuchado, San Pablo vuelve a insistir en la necesidad de una Iglesia unida, no una Iglesia de judíos y una Iglesia de no judíos; una Iglesia donde ya no hay judíos y no judíos, una Iglesia donde no se discrimine a la mujer, una Iglesia donde no se discrimine al pobre, una Iglesia donde no se discrimine al esclavo, una Iglesia donde no se discrimine al rico, una Iglesia donde no se discrimine al de piel clara, una Iglesia donde no se discrimine al varón. Una Iglesia que no propone divisiones y polariza.

 Todo aquel que siembra divisiones, ricos y pobres, fifís y chairos ¡es del diablo!

 A él es al que le gusta dividir, él es el que sigue el principio de divide y vencerás. Eso significa la palabra “diablo”: el que divide, el que crea conflictos, el que pone a las mujeres en contra de los hombres, la lucha feminista; a los pobres en contra de los ricos, la lucha marxista.

 Hoy tenemos que pensar en la unidad y para ello tenemos que buscar la reconciliación, no mirando hacia el pasado, sino mirando hacia el futuro.

Hoy entregó la esposa del presidente López Obrador una carta al Santo Padre donde nuevamente vuelve a insistir en la necesidad de que la Iglesia pida perdón por las atrocidades cometidas en la conquista.

 Yo invitaría también al Gobierno Nacional a que pida perdón por hechos más recientes, que pida perdón por las leyes, por la Constitución del 17 y la Ley Calles qué violaron la libertad religiosa del 90% de su población, de sus propios ciudadanos; que obligaron a los cristianos a vivir en la clandestinidad. Que pida perdón por todos los que fueron asesinados sumariamente por las autoridades durante la cristiada. Que pida perdón porque muchos mexicanos rebeldes contra esa ley injusta se levantaron en armas y provocaron una guerra que dejó mucha sangre y mucha pobreza.

 No volteamos hacia 1500, esto pasó en 1900. ¡De eso sí hay que pedir perdón! Oremos.

 

Obstinación extraña a los afines

 

Opinión. Obstinación de AMLO para que la Iglesia pida perdón

La carta de AMLO, con fecha del 2 de octubre de 2020, entregada al Papa Francisco por su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, en su visita a Roma, ha causado de nuevo polémica. El presidente insiste que la Iglesia católica, la Monarquía Española y el propio Estado mexicano deben ofrecer una disculpa pública e histórica a los pueblos indígenas por las atrocidades, saqueo y sometimiento en el periodo de la Conquista.

Recordemos que, en marzo de 2019, se filtraron las cartas diplomáticas en que el presidente solicita que España y a la Iglesia católica pidan perdón a los pueblos originarios por los abusos de la conquista. El efecto fue el contrario al deseado. AMLO no tejió con oficio la negociación. La intención razonable falló en la forma. De una pretendida reconciliación provocó una contrariedad diplomática.

Con España, tanto el gobierno como la opinión pública sobre reaccionaron de manera airada la solicitud de AMLO. La respuesta de Roma fue menos vehemente pero igualmente firme. El director de prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti, dijo entonces: “por el momento el Vaticano no tiene un pronunciamiento adicional, pero como es sabido, el Santo Padre ya se ha expresado con claridad sobre esta cuestión”. El nuncio en México Franco Coppola afirmó desconocer la carta.

La historia no es lineal ni absoluta. La Iglesia justificó la agresión, despojo y la esclavitud, pero hubo miembros de las congregaciones de los franciscanos, dominicos y posteriormente jesuitas que defendieron la dignidad humana de los pueblos originarios. Defendieron a los indígenas tanto de los conquistadores como de la propia Iglesia.

Surgieron grandes personajes como Fray Bartolomé de las Casas, Fray Antonio de Montesinos, Fray Pedro de Victoria, defensores infatigables de los indígenas. Y, de hecho, precursores de los modernos derechos humanos universales, fueron la semilla, en la actualidad, de la denominada Teología India. La Iglesia ya ha pedido perdón de manera reiterada: Juan Pablo II en Santo Domingo en 1992 en el V Centenario del descubrimiento de América y en víspera del Jubileo 2000; Benedicto XVI, en 2007 pidió disculpas por “las sombras” de la primera evangelización; y Francisco en su viaje a Bolivia hizo lo propio en 2015.

Dicha postura autocrítica de la Iglesia quedó patente en el último Sínodo sobre la Amazonía. Concluyo: Francisco es generoso y podría acceder al apremio de AMLO, pero ¿qué novedad traería un nuevo y reiterado? La forma y el oficio diplomático fallan.

(ACN, con información de Milenio/Bernardo Barranco).