Hoy se celebra a San Andrés Kim y compañeros mártires en Corea.
Redacción ACI Prensa, 200920.
“Mi vida inmortal está en su punto inicial. Conviértanse al Cristianismo si deseáis la felicidad tras la muerte porque Dios alberga un castigo eterno para aquellos que rehusaron conocerle” fueron las últimas palabras de san Andrés Kim (1821-1846), cuya fiesta se celebra cada 20 de septiembre, junto a la de sus 102 compañeros mártires en Corea.
San Andrés Kim Tae-Gon nació en Solmoe (Corea) en 1821, en una familia noble. Siendo niño su familia se trasladó a Kolbaemasil para huir de la persecución. Su padre, San Ignacio Kim, murió mártir en 1839.
Andrés fue bautizado a los 15 años de edad y más adelante ingresó al seminario de Macao (China). En Shangai recibió la ordenación sacerdotal (1845), convirtiéndose en el primer sacerdote coreano.
Posteriormente regresó a Corea con la finalidad de facilitar el ingreso de misioneros a su país, donde había sido prohibida la inmigración extranjera, especialmente de misioneros cristianos. Allí se dedicó a difundir la fe, predicando y bautizando a todos los que se convertían, tocados por su testimonio y el de muchos misioneros cristianos.
Fue arrestado al tratar de hacer ingresar a Corea a un grupo de misioneros franceses provenientes de China. Después de algunos meses en la cárcel, fue condenado a muerte y murió decapitado en 1846.
Andrés Kim y sus 102 compañeros mártires fueron canonizados por San Juan Pablo II en 1984, cuando el pontífice visitó Corea.