Cese repentino de transmisión de Misa buscaría “presionar” a la Iglesia en Bielorrusia.
Redacción ACI Prensa, 100920.
La Iglesia Católica en Bielorrusia estaría sufriendo un nuevo tipo de presión del Gobierno debido a que el hoy exiliado Arzobispo de Minsk, Mons. Tadeusz Kondrusiewicz, expresó su apoyo al derecho de la población a manifestarse contra la nueva reelección presidencial de Alexander Lukashenko, en el poder desde 1994.
Luego de apoyar el derecho de la población a manifestarse contra la reelección de Lukashenko -en unos polémicos comicios a inicios de agosto-, Mons. Kondrusiewicz, hizo un viaje a Polonia.
Sin embargo, el 31 de agosto los guardias fronterizos bielorrusos le impidieron reingresar a su país, sin darle alguna explicación, por lo que ahora está exiliado en Polonia. Mons. Kondrusiewicz también es presidente de la Conferencia de Obispos Católicos en Bielorrusia.
Luego de este episodio, el rector de la Catedral de Minsk, P. Anthony Klimantovich, informó el 9 de septiembre a través del portal oficial de la Iglesia Católica en Bielorrusia, Catholic.by, que pese a que la Misa dominical fue emitida por el canal de radio nacional más grande del país, como es usual, las personas no pudieron oírla en sus equipos receptores.
“¿Por qué no hay Misa en la radio? Definitivamente esto no es culpa nuestra y no por razones técnicas”, afirmó el rector. Indicó que la Eucaristía “se celebra en la catedral a las 8:15 a.m. todos los domingos”, que “el equipo funciona correctamente” y que la señal es transmitida, pero no puede ser recepcionada.
Por su parte, el 1 de septiembre y en medio de la agitación política por la reelección presidencial, el Obispo Auxiliar de Minsk-Mogilev, Mons. Yuri Kasabutsky, declaró al sitio web de la Iglesia, que el cese repentino de las transmisiones mostraba que las autoridades estaban intentando “presionar” a la Iglesia Católica.
El portal señaló que todos los católicos en el país, en especial, ancianos y enfermos, se beneficiaban del servicio e instó a la comunidad de fieles a contactarse con el canal de radio para buscar una explicación.
Los católicos son la segunda comunidad religiosa más grande de Bielorrusia después de los cristianos ortodoxos, que comprenden aproximadamente el 15% de la población.
El presidente Alexander Lukashenko ganó las elecciones presidenciales realizadas el 9 de agosto con el 80% de los votos. La candidata de la oposición, Sviatlana Tsikhanouskaya, que obtuvo el 10% de los votos, estuvo detenida varias horas luego de quejarse al Comité electoral por los resultados; luego huyó a Lituania.
Lukashenko es gobernante de Bielorrusia desde hace 26 años, tres años después de la disolución de la Unión Soviética en 1991, y de la que formaba parte. Antes de su primera elección como gobernante, Lukashenko fue el único diputado bielorruso que votó en contra de la disolución de la URSS.
Ante los resultados electorales, miles de personas salieron a las calles exigiendo un recuento de votos, pero muchos de ellos fueron arrestados por la Policía. Sin embargo, a pesar de la severa represión, las protestas continuaron por cuatro domingos consecutivos luego de las elecciones.
Por su parte, Mons. Yuri Kasabutsky celebró en la noche del 5 de septiembre una Misa con un gran número de fieles. Luego salieron a las calles para rezar por las víctimas asesinadas y encarceladas en medio de las protestas pacíficas en Bielorrusia.
A la Misa celebrada en la Iglesia de San Simón y Santa Elena de Minsk se sumaron representantes de varias denominaciones cristianas, parte de la comunidad judía e incluso no creyentes. También se unieron espiritualmente cerca de tres mil personas a través de una transmisión en línea.
Según medios internacionales, el 6 de septiembre fue arrestado el politólogo de la oposición Andrej Egorov y en la mañana del 7 de septiembre, Maria Kolesnikova, miembro del Consejo de coordinación de la oposición, fue detenida luego de resistirse a ser deportada a Ucrania, rompiendo su pasaporte en la frontera.
La candidata de oposición Svetlana Tikhanovskaya fue recibida por el primer ministro de Polonia, que ofrece asilo político a todos los opositores exiliados que lo necesiten.
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