Poco más del 50 por ciento de las 200 mil hectáreas que se trabajan tradicionalmente en el estado de Durango se han sembrado, en un trabajo que se ha redoblado luego de las lluvias que se presentaron en días pasados, informó Pedro Silerio, dirigente estatal de la CNC.
El líder campesino manifestó preocupación por el retraso en la siembra en la zona norte del estado, en donde hubo menos lluvias, por lo que se hará necesario un programa emergente para sembrar avena forrajera.
Silerio señaló la existencia de gran actividad en el campo para sembrar luego de las precipitaciones pluviales de días pasados, las cuales alentaron mucho a preparar las tierras para buscar que pueda haber cosechas.
De acuerdo con los pronósticos, abundó el dirigente, será durante la segunda quincena de agosto cuando se vuelvan a generalizar las lluvias, así que por el momento los campesinos trabajan las tierras para lograr cubrir la mayor superficie posible.
Reiteró que, para la zona norte del estado, las lluvias llegaron tarde y ahora se debe pensar en alentar la siembra de la avena forrajera, la cual puede auxiliar al ganado en el tiempo del estiaje.