Aquí, las líneas guía para que exorcistas puedan afrontar los peligros del diablo.
Redacción ACI Prensa, 300720.
“El ministerio del exorcista está expuesto a numerosos peligros y ello exige una especial prudencia y también una preparación específica”.
Quien esto afirma es el Cardenal Angelo De Donatis, vicario de la Diócesis de Roma, en el prefacio al libro “Líneas Guía para el Ministerio del Exorcismo”, elaborado por la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE) y editado por Edizioni Messaggero Padova, por el momento solo en italiano.
Estas “Líneas Guía para el Ministerio del Exorcismo” cuentan con la aprobación del Vaticano, después de una revisión en la que han participado tres congregaciones de la Curia Romana.
Se trata del texto oficial de referencia para más de los 800 exorcistas que la AIE tiene en todo el mundo. La Congregación para el Clero lo ha examinado y corregido con la contribución de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Las Líneas Guía no sustituyen a ninguno de los instrumentos oficiales aprobados por la Iglesia, sino que se sitúan en la senda de las enseñanzas de la Tradición.
En el prefacio, el Cardenal De Donatis recuerda que “el exorcista no puede proceder según su propio arbitrio desde el momento en que opera en el marco de una misión oficial que de cierta manera lo convierte en representante de Cristo y de la Iglesia”.
El exorcista, está obligado a recibir una preparación específica “para desempeñar de forma adecuada su oficio”. La Iglesia es consciente de esa necesidad de una formación específica y profunda de los sacerdotes exorcistas, y por ello tiene como punto de referencia el curso organizado por el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum en Roma.
En muchas diócesis del mundo ha crecido el interés por contar con sacerdotes exorcistas bien preparados, debido al aumento del número de jóvenes que entran en contacto con ritos satánicos, muchas veces sin ser conscientes del peligro al que se enfrentan y pensando que se trata solo de un juego.
La Asociación Internacional de Exorcistas está reconocida jurídicamente desde el 13 de junio de 2014 por medio de un decreto de la Congregación para el Clero.
La iniciativa surgió de un pequeño grupo de exorcistas, entre los que estaban el P. Gabriele Amorth y el Siervo de Dios P. Candido Amantini, dos de los referentes entre los exorcistas al servicio de la Diócesis de Roma durante muchos años.
Además del prefacio del Cardenal De Donatis, las Líneas Guía cuentan con una introducción del P. Francesco Bamonte, presidente de la AIE.
Subraya que “los Evangelios nos dicen, sin sombra de duda, que Jesús, en su vida terrena, se enfrentó y luchó contra dos formas de acción del mundo demoníaco: la ordinaria y la extraordinaria”.
Además, recuerda las palabras del Cardenal Bassetti en el congreso de 2018: “Existen en el mundo, en cualquier país y en todas las latitudes, periferias existenciales donde siempre es invierno”.
“En esos lugares espirituales, el aire helado está impregnado por el miedo; y el miedo, unido al sentido de abandono que con frecuencia atormenta a quien allí habita, hace todavía más despiadado el invierno”, señalaba el Cardenal Bassetti.
El jefe de esas periferias donde siempre es invierno “es el maligno que, como recuerda el Papa Francisco, no es un mito, una representación, un símbolo, una figura o una idea, sino que es un ser personal que nos atormenta frente al que Jesús nos ha enseñado a pedir cada día que se nos libere para que su poder no nos domine”.
Los exorcistas, decía el Cardenal Basseti, “sois como golondrinas, porque, en las periferias, llegáis para anunciar la primavera y, de hecho, en cierto modo la lleváis”.
Este libro se presenta como un instrumento para que lo puedan emplear los sacerdotes exorcistas en el ejercicio de sus funciones, detallando las prácticas y los métodos correspondientes a las normas con las cuales la Iglesia recula el ministerio del exorcista.
Por otro lado, es también un manual para la formación inicial de los candidatos al ministerio de exorcista y de sus colaboradores –los auxiliares–, y puede ayudar en el discernimiento por parte de las Conferencias Episcopales, las Diócesis y otras realidades eclesiales en los casos de fieles que necesiten a un exorcista, teniendo en cuenta que este tipo de peticiones están en aumento.
Traducido y adaptado por Miguel Pérez Pichel. Publicado originalmente en ACI Stampa
Etiquetas: Vaticano, Exorcistas, diablo
¿Cómo saber cuándo es necesario un exorcista?.
POR DAVID RAMOS | ACI Prensa, 300720.
¿Cómo saber cuándo un católico necesita de la ayuda de un exorcista? La repuesta “no es siempre fácil”, pero tras descartar enfermedades mentales “lo mejor es ir con un sacerdote de confianza”, explica el P. Pedro Barrajón, doctor en teología por la Pontificia Universidad Gregoriana y Director del Instituto Sacerdos.
En entrevista con ACI Prensa el 15 de marzo de 2018, el P. Barrajón señaló que “no es siempre fácil saber cuándo una persona necesita de un exorcista”, pues “con frecuencia las personas dudan de lo que les pasa o lo atribuyen a otras causas”.
“Lo mismo puede suceder a la familia de la persona que necesita un exorcista, que no siempre comprende el fenómeno y quiere comprensiblemente aplicar soluciones naturales”, dijo.
“Cuando alguien, después de haber descartado que se trata de una enfermedad de tipo mental o psicológico, comienza seriamente a pensar que puede haber un influjo sobrenatural, lo mejor es ir con un sacerdote de confianza y contarle lo que le pasa”.
El P. Barrajón indicó que “si el sacerdote ve que él mismo con los medios normales que posee la Iglesia no llega a solucionar el mal que aqueja a esta persona, entonces lo mejor es que le aconseje visitar a un exorcista”.
“El exorcista suele tener la sensibilidad, dada por la práctica, de distinguir con relativa facilidad cuándo se trata de una caso que necesite exorcismo o cuando sea sólo necesaria una oración de liberació. Entonces, si el exorcista lo juzga oportuno, de acuerdo con la persona necesitada, se realiza el exorcismo y podrían ser varias sesiones las que se tendrán que llevar a cabo antes de obtener la liberación, según el querer divino y la fe de las personas”, expresó.
El peligro de negar la existencia del diablo
El Director del Instituto Sacerdos advierte también que cuando se niega la existencia de los demonios “se corre el peligro de dejarle la puerta abierta para su acción sea más poderosa y para que las personas no reconozcan su acción y no se pueden proteger adecuadamente”.
“Es cierto que un racionalismo difundido ha hecho que para muchas personas el demonio no sea para ellos un personaje existente. Incluso la misma teología por algunos años mantuvo una posición distante y algunos teólogos se mostraron escépticos sobre la necesidad de exorcismos”, explica.
Sin embargo, el padre también precisó que “la negación del demonio es contraria al testimonio bíblico y al Magisterio de la Iglesia, como han recordado recientemente muchos Papas”.
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