Satán vs la Salvación; pero, no caer sobre malos: Papa

Papa Francisco: El diablo obstaculiza la obra de salvación de Dios.

Redacción ACI Prensa, 190720.

 

El Papa Francisco advirtió que la intención del diablo es “obstaculizar la obra de salvación” de Dios, y pidió no precipitarse ante las personas malvadas y tener “paciencia” y “misericordia” con ellas para darles la oportunidad de convertirse.

En la reflexión previa al rezo del Ángelus este domingo 19 de julio en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Pontífice explicó el Evangelio del día en el que se narra la parábola de la cizaña y el trigo. Es una parábola que habla “sobre el Reino de los cielos”.

Por medio de esta parábola, Jesús “nos hace conocer la paciencia de Dios, abriendo nuestro corazón a la esperanza. Jesús cuenta que, en el campo en el que se ha sembrado la semilla buena, brota también la cizaña, un término que resume todas las malas hierbas, que infestan el terreno”.

“Los siervos van donde el amo para saber de dónde viene la cizaña, y él responde: ‘Algún enemigo ha hecho esto’. Ellos quieren ir enseguida a arrancarla”. Sin embargo, “el amo dice que no, porque se corre el riesgo de arrancar el trigo junto a las malas hierbas. Es necesario esperar el momento de la cosecha: solo entonces se separan y la cizaña será quemada”.

Francisco subrayó que “en esta parábola se puede leer una visión de la historia: Junto a Dios (el amo del campo) que esparce siempre y solo semilla buena, hay un adversario, que esparce la cizaña para obstaculizar el crecimiento del trigo”.

“El amo actúa abiertamente, a la luz del sol, y su propósito es una buena cosecha; el otro, sin embargo, aprovecha la oscuridad de la noche y obra por envidia, por hostilidad, para arruinar todo. El adversario tiene un nombre: es el diablo, el opositor de Dios por antonomasia”.

La intención del diablo, afirmó el Santo Padre, “es obstaculizar la obra de salvación, para que el Reino de Dios sea obstaculizado por trabajadores injustos, sembradores de escándalos”.

De hecho, “la buena semilla y la cizaña no representan el bien y el mal de forma abstracta, sino a nosotros los seres humanos, que podemos seguir a Dios o al diablo. La intención de los siervos es la de eliminar enseguida el mal, es decir a las personas malvadas, pero el amo es más sabio, ve más lejos: estos deben saber esperar, porque soportar las persecuciones y las hostilidades forma parte de la vocación cristiana”.

“El mal, por supuesto, debe ser rechazado, pero los malvados son personas con las que hay que tener paciencia. No se trata de esa tolerancia hipócrita que esconde ambigüedad, sino de la justicia mitigada por la misericordia”.

Subrayó que “si Jesús ha venido a buscar a los pecadores más que a los justos, a curar a los enfermos antes que, a los sanos, también nuestra acción como discípulos suyos debe estar dirigida no para suprimir a los malvados, sino para salvarlos”.

“Será Dios, y solo Él, quien premie a los buenos y castigue a los malvados”, finalizó el Papa Francisco su reflexión.

Etiquetas: VaticanoPapa FranciscoÁngelus dominical

El Papa Francisco pide por segunda vez un alto el fuego global.

Redacción ACI Prensa, 190720.

 

Al finalizar el rezo del Ángelus este domingo 19 de julio en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco pidió por segunda vez un alto el fuego global para evitar crisis humanas agravadas por la pandemia de coronavirus.

El Santo Padre reconoció sentirse preocupado por la pandemia de coronavirus, que no parece frenarse y lamentó que, en muchos países además deben hacer frente a largos conflictos que agravan la crisis sanitaria y humana. Por ello, insistió en la necesidad de alcanzar una paz mundial, pedido que ya había formulado durante el rezo del Ángelus del domingo 5 de julio.

“En este tiempo en el que la pandemia no muestra signos de detenerse, deseo mostrar mi cercanía a los que están afrontando la enfermedad y sus consecuencias económicas y sociales. Mi pensamiento va especialmente a las poblaciones cuyos sufrimientos se agravan por situaciones de conflicto”, señaló el Pontífice.

A partir de una reciente Resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, “renuevo el llamamiento a un alto el fuego global e inmediato, que permita la paz y la seguridad indispensables para proveer la asistencia humanitaria necesaria”.

En particular, “sigo con preocupación el agudizarse, en los días pasados, de las tensiones armadas en la región del Cáucaso, entre Armenia y Azerbaiyán”.

“Mientras ofrezco mi oración por las familias de aquellos que han perdido la vida durante los enfrentamientos, deseo que, con el compromiso de la comunidad internacional y a través del diálogo y la buena voluntad de las partes, se pueda alcanzar una solución pacífica duradera, que se preocupe por el bien de esas amadas poblaciones”, concluyó el Papa Francisco.

En el rezo del Ángelus del domingo 5 de julio ya había reclamado “un alto el fuego global e inmediato, que permitiría la paz y la seguridad indispensables para proporcionar la asistencia humanitaria tan urgentemente necesaria. Deseo que tal decisión se implemente de forma efectiva y rápida por el bien de tantas personas que están sufriendo”.

Etiquetas: VaticanoPapa FranciscoÁngelus dominicalguerrascoronavirusCovid-19