El consumo en los mercados de abastos ha tenido una caída de entre el 60 y 70%, según manifestó Reynaldo Dosal Ibáñez, expresidente de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) y locatario del mercado Francisco Villa.
La caída se asocia directamente con el Covid-19, ya que esto altera el ritmo de consumo en los hogares duranguenses y, en ese contexto, los mercados de Abastos, los restaurantes y los comercios en general vieron disminuida la afluencia y han tenido que enfrentar cierres parciales; de manera natural, los consumidores optaron por dejar de consumir los volúmenes que habitualmente compraban.
Manifestó que desde el principio de la pandemia, se observa una modificación en el ritmo de las ventas, primero muchas familias adquirieron un volumen poco mayor de lo habitual, pero posteriormente se paralizaron, sobre todo cuando vino el cierre de negocios.
Pero esta vez no se habla de pérdidas mínimas, sino que se calcula que se redujo hasta un 70% incluso, además de que persiste la incertidumbre de cuándo se podría normalizar todo.
Paradójicamente, dijo que los precios de frutas, verduras y productos alimenticios básicos se ha mantenido en precio, a pesar de la situación complicada que se vive, aunque reconoció que en un principio hubo un ligero repunte en algunos productos, ya todo volvió a la normalidad.