Cientos de ancianos acudieron al llamado de la Secretaría del Bienestar para recibir su apoyo económico, y ante la pregunta sobre si no había temor por la aglomeración de personas, algunos se acogen a su fe y otros a expresar que “el hambre es caraja”.
Durangos21 preguntó a un par de ancianos si no tenían temor ante la recomendación de evitar juntarse con tantas personas, y en ese contexto, los cuestionados coincidieron en manifestar preocupación.
“Sí, pero poco (temor), tengo fe en Dios”, dijo una de las beneficiadas no identificada, cuando se le consultó sobre si le generaba temor estar entre tanta gente.
Don Julio Castañeda Flores, quien se quejó de haber llegado desde las 8:00 horas y hasta las 10:20 no lo habían atendido, también fue consultado sobre si tenía temor, ante lo cual aceptó esa condición.
“Sí, pero el hambre esta ca…”, lanzó una persona no identificada, mientras que Castañeda Flores agregó: “sí, pero el hambre y la enfermedad, también hay que ver eso, de cada quien, yo no me puedo estar tanto aquí porque estoy muy malo, malo estoy”.
La mayoría de los asistentes no portaban cubre bocas y casi todos llevaban a su respectivo acompañante para ayudarlos en su caminar, pues algunos incluso arriban en sus sillas de ruedas.
En el estado de Durango, un total de 116 mil ancianos están enlistados para recibir bimestralmente 2 mil 620 pesos, lo que implica una erogación de unos 303 millones 920 mil pesos a pagar en todo el territorio estatal.