El presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Marco Antonio Güereca Díaz, consideró que no se trata sólo de endurecer y poner penas máximas en cuanto al delito de feminicidio, también tiene que trabajarse mucho en la tipificación, con los ministerios públicos y con las autoridades, así como en el tejido social.
El ombudsman duranguense fue cuestionado acerca de su opinión, luego de que en el Congreso de la Unión se aprobaran 65 de años como pena máxima para quienes cometen feminicidio.
“Es parte de un todo establecer estas penas altas por el delito de feminicidio y es lo menos que se puede hacer por parte del poder legislativo ante el recrudecimiento de este delito”, expuso Güereca Díaz.
En Durango, han ocurrido dos feminicidios en este 2020, una niña de 5 años y una joven de 22.
Se tiene que enviar un mensaje urgente y poner a trabajar a todas las instituciones y a la sociedad en general, porque existen casos tan difíciles como el de Fátima en la Ciudad de México.
Con el reconocimiento de los castigos, se manda el mensaje de que no debe quedar impune el delito, pero hay que trabajar mucho en el tema de la tipificación porque luego existen barreras que no permiten esta clasificación.