Entre el 5 y 10 por ciento de los casos en donde llega a intervenir el DIF estatal, se procede a retirar a los menores de las familias, pues siempre se busca priorizar el derecho de los menores a vivir en sus núcleos familiares.
Rocío Marrufo, directora del DIF estatal, subrayó que en todo momento se busca otorgarle al menor de edad la posibilidad de continuar con su familia, y para ello se impulsan las terapias familiares que tienen como objetivo reducir la violencia y retomar los valores.
“Es poco, yo creo que ahorita andamos alrededor del 5, 10 por ciento, que se llegan a retirar porque la mayoría de las veces, también eso ha permeado, la cultura de acudir a terapia, de llevarlos a terapias familiares, se les hacen visitas supervisadas en caso de que exista algún grado de violencia”, dijo.
Según Marrufo, con base en la Ley General de Niños, Niñas y Adolescentes, se busca en todo momento priorizar que los menores se queden con sus familiares, o bien con personas afines con algún lazo sanguíneo, pues se busca evitar que el involucrado pueda quedar privado de su familia.
Consideró incluso que las terapias familiares deberían ser tomadas por todos aquellos que llegan a tener arranques de violencia, pues así se evitarían problemas por la agresividad que se pueda presentar.