La Dirección de Seguridad Pública planteó a la Dirección Municipal de Administración y Finanzas, así como a la Sindicatura, la necesidad de contar con 300 unidades que incluyen patrullas, motocicletas y bicicletas para realizar patrullajes.
Antonio Bracho Marrufo, titular de la corporación, precisó que esa aspiración estará sujeta a la capacidad económica del municipio, sin embargo ese es un número ideal para cubrir las necesidades de la coordinación.
Las patrullas que el municipio arrendaba desde el trienio pasado ya forman parte del patrimonio de la corporación, pues el Ayuntamiento liquidó el valor residual que restaba en el contrato celebrado.
Mientras se lleva a cabo alguna operación para adquirir equipamiento, la dirección prosigue con su labor para garantizar que la ciudadanía tenga seguridad, afirmó su director.
Desde hace por lo menos dos trienios, los gobiernos municipales han optado por el esquema de arrendamiento de patrullas, que les permite renovar el parque vehicular mediante una renta mensual sin desembolsar en el momento el total del valor de los vehículos, además de que el contrato incluye en ocasiones el mantenimiento de las unidades, lo cual resulta benéfico para el gobierno.