En un acto humanitario, el gobernador JoséRosas Aispuro Torres, otorgó la libertad a 55 internos de los tres centros penitenciarios de Durango, mediante el beneficio conocido como indulto, quienes pudieron disfrutar el volver a estar con su familia, tras recibir el documento que les ampara por el cumplimiento de su pena.
El Ejecutivo Estatal, explicó que la oportunidad que recibieron estas personas de reincorporarse a la sociedad, obedece a un beneficio legal, gracias a la facultad exclusiva de su figura como Gobernador y en dicho contexto, se analizaron minuciosamente los expedientes de los candidatos y posteriormente, al reunir los requisitos, se les otorgó el perdón.
“La libertad es el mayor de los bienes que puede tener cualquier ser humano y el valor más anhelado para quienes han sido privados de ella”, manifestó Aispuro Torres, tras el otorgamiento de libertad a los 55 internos a quienes reconoció el esfuerzo que realizaron para ser acreedores de esta nueva oportunidad.
El secretario de Seguridad Pública, Francisco Javier Castrellón Garza, detalló que se realizó la valoración de 300 personas privadas de su libertad, del Centro de Readaptación Social, (CERESO) no. 1 y los Centros Distritales de Readaptación Social (CEDIRESOS), de El Salto, Pueblo Nuevo y Santiago Papasquiaro. Asimismo, de acuerdo a la normativa de la Ley de Indultos, 55 personas, entre mujeres y hombres, reunieron los requisitos como tener buena conducta y haber sido juzgados por la comisión de delitos de bajo impacto social, únicamente.
Posteriormente, dijo que la Dirección General de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad, en coordinación con los Centros Penitenciarios, analizaron los expedientes y realizaron el procedimiento legal correspondiente con los internos que destacaron por su buena conducta, tomando en cuenta el tiempo de reclusión y por primera vez, también se pidió a los internos realizar acciones de servicio a la comunidad.
Finalmente, Aispuro Torres, agradeció a todos los empresarios y sociedad civil que, presentes en el evento, manifestaron estar dispuestos a confiar en la gente que recibió su libertad y que, con gran esfuerzo, cumplieron su pena reparando el daño que causaron con su conducta delictiva, mostrando interés en recibir terapias, educación y capacitación para el trabajo para no volver a caer en actividades contrarias la ley.