Apuntala China hoy Economìa Rusa; pero què en la II GM?

El papel de China en la supervivencia económica rusa

Nik Martin.

DW, 090525.

China hizo un trato para comprar petróleo y gas rusos después de que Europa aplicara sanciones por la guerra de Ucrania. Tras el golpe de los aranceles de Trump, los lazos de Pekín con Moscú se estrechan cada vez más.

 

El presidente chino, Xi Jinping, visitó Moscú para asistir al Desfile del Día de la Victoria, en el que su homólogo ruso, Vladimir Putin, hizo un despliegue de poderío militar.

El desfile, con motivo del 80 aniversario del triunfo soviético sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, pretendía mostrar la resiliencia y las ambiciones de Rusia en el escenario mundial.

 

En el Kremlin, Xi declaró que Pekín está junto a Moscú contra la “intimidación hegemónica”, en alusión a la ofensiva arancelaria del presidente estadounidense, Donald Trump, y a las sanciones impuestas a Rusia por su invasión de Ucrania. “La confianza mutua entre China y Rusia se profundiza cada vez más, con una cooperación pragmática que forja un vínculo inquebrantable”, afirmó Xi.

 

Björn Alexander Düben, experto en relaciones ruso-chinas de la Universidad china de Jilin, considera que la visita tiene un “elemento altamente simbólico” y destaca que Xi “dedica más tiempo a su interacción con Putin que prácticamente cualquier otro líder internacional”.

 

Rusia necesita a China más que nunca

Mientras las sanciones occidentales ahogan la economía rusa, Moscú cuenta cada vez más con Pekín como salvavidas para las exportaciones de energía y materias primas.

 

China se ha convertido en el principal socio económico de Rusia, con un comercio bilateral que ascendió a 244.000 millones de dólares en 2024. En febrero de 2022, ambos países sellaron una cooperación económica, militar y diplomática “ilimitada” para contrarrestar la influencia occidental.

 

Desde el inicio de la guerra de Ucrania, las exportaciones rusas a China se incrementaron en un 63 por ciento, hasta alcanzar unos 129.300 millones de dólares, mientras que las importaciones chinas han contribuido a reforzar la economía de Moscú en tiempos de guerra, uniendo más que nunca a ambas naciones.

 

Al tiempo que mantenía su neutralidad en la guerra, Pekín llegó a un acuerdo con el Kremlin para comprar petróleo y gas ruso a precios reducidos. Rusia es ahora la principal fuente de crudo para China, con cerca de una quinta parte de las importaciones.

 

Cooperación militar

Ambas potencias también han estrechado sus lazos militares, compartiendo tecnologías de defensa de vanguardia.

 

Aunque la economía rusa ha resistido las sanciones occidentales mejor de lo que esperaban la mayoría de los expertos, sin el apoyo económico de China, Moscú se encontraría sumido en un “profundo desastre”, indica Düben a DW. Y agrega que Pekín le ha dado acceso a productos manufacturados y tecnologías que no puede producir ni comprar en Occidente.

 

Según el académico, sin los productos de doble uso (civil y militar) de China, “las fuerzas armadas rusas probablemente no podrían continuar su campaña militar contra Ucrania”.

 

Los aranceles de Trump

En sus relaciones con Washington, Pekín se ha mostrado desafiante, pero calculador. “China se está posicionando como un contrapeso firme a un EE.UU. errático y proteccionista, mostrando su alianza con Moscú como un cimiento de la estabilidad mundial”, comenta Düben.

 

Con los aranceles de Trump y los mercados estadounidenses cerrados de golpe para los exportadores chinos, estos pueden tratar de explorar nuevas oportunidades en el mercado ruso, aunque sea mucho más pequeño. Eso sí, primero tendrán que sortear las sanciones secundarias impuestas por EE.UU. para impedir que entidades de terceros países exporten a Rusia, lo que ha hecho que muchos bancos chinos vacilen a la hora de trabajar con sus homólogos rusos.

 

“Estas sanciones secundarias han demostrado ser un gran factor de irritación en la interacción económica sino-rusa y un obstáculo sustancial para seguir ampliando el comercio”, dice Düben. “Pero, a medida que las relaciones comerciales con EE.UU. pierden atractivo para Pekín, los bancos chinos y otras empresas podrían estar más inclinados a ignorar las amenazas de sanciones estadounidenses en sus tratos con empresas rusas”.

(ers/ms).

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