AfD en el Bundestag: “tenemos que preocuparnos”
Hans Pfeifer.
DW, 270225.
Tras las elecciones parlamentarias, la influencia del partido de ultraderecha AfD crece en Alemania. Expertos en derecho constitucional advierten de ataques a la democracia.
Donald Trump, Elon Musk, Javier Milei: la política en 2025 es ruidosa, ocupa titulares con truenos y motosierras. También ocurre en Alemania.
Aquí, el partido Alternativa para Alemania (AfD) sacude a la sociedad y a los medios de comunicación con provocaciones, hostilidad y agitación constante. La lideresa de AfD, Alice Weidel, ha calificado a los migrantes de “chicas con pañuelo en la cabeza” y “hombres con cuchillo”. El ruido produce titulares, los titulares llaman la atención, la atención produce éxito y el éxito genera nuevo ruido.
Además de la desvalorización y marginación de las personas, la agitación también ataca los pilares más abstractos de una sociedad abierta y pluralista. Uno de los principios centrales de la Constitución alemana señala que “nadie puede ser desfavorecido o favorecido a causa de su sexo, origen, raza, lengua, patria y origen, fe, opiniones religiosas o políticas”. Esta igualdad de trato es una espina clavada en el costado de la derecha radical.
“El núcleo es el ataque de la AfD a la igualdad de libertades de las personas”, analiza Matthias Goldmann, en entrevista con DW. Goldmann es catedrático de Derecho Internacional en la Universidad EBS de Hesse. Para él, AfD es una amenaza para la democracia. “La inconstitucionalidad surge sobre todo del hecho de que AfD no comparte el principio de igualdad de libertades. En Alemania, la Constitución garantiza la igualdad de la dignidad humana y, en consecuencia, igualdad de libertad”.
“Hostilidad contra la Constitución”
Sin embargo, muchos políticos de AfD ponen en duda el principio constitucional. Uno de ellos es Stefan Möller, que ahora es miembro del Bundestag. Möller es una persona amable y simpática. Pero, según la prensa, el jefe de la Oficina de Protección de la Constitución de Turingia ha dicho que el nuevo parlamentario ha demostrado su “hostilidad contra la Constitución”.
Así lo confirma también un post de Möller en Twitter el 17 de julio de 2023, donde cuestiona fundamentalmente que los ciudadanos alemanes pertenezcan a la nación alemana. Para él, no es cierto que cualquiera que tenga pasaporte alemán sea alemán. Se trata de un ataque frontal a los valores fundamentales de la sociedad. Y es la razón por la que millones de personas temen el ascenso de la AfD. Porque sus miembros quieren a millones de personas fuera de Alemania.
Los 152 diputados de AfD elegidos en las pasadas elecciones parlamentarias en Alemania. Los 152 diputados de AfD elegidos en las pasadas elecciones parlamentarias en Alemania.
152 diputados: el recién elegido grupo parlamentario de AfD el día de su primera reunión, el 25 de febrero de 2025.Imagen: Elisa Schu/dpa/picture alliance
Ataque al consenso democrático básico
AfD aún no es lo suficientemente fuerte como para llevar a cabo una política de bloqueo de gran alcance en el recién elegido Bundestag. Pero ya no está tan lejos, pues cuenta actualmente con algo menos de una cuarta parte de todos los escaños del Parlamento. Con un tercio de los votos de los diputados, podría, por ejemplo, bloquear el nombramiento de jueces importantes.
La AfD se está beneficiando del hecho de que las advertencias sobre el partido parecen estar agotándose. Mucha gente en Alemania se ha acostumbrado a las constantes provocaciones. Igual que muchos estadounidenses se han acostumbrado a Donald Trump. Los políticos de la AfD tachan estas acusaciones de alarmismo infundado.
Sin embargo, el partido lleva tiempo poniendo en práctica su influencia radical. En el pequeño estado federado de Turingia han conseguido aplicar lo que se conoce como minoría de bloqueo, impidiendo la elección de nuevos jueces y fiscales en ese estado federado. Con ello, está echando arena en los engranajes de una democracia que funciona. Matthias Goldmann señala que “se puede contar con tres dedos cuál es el trasfondo: la AfD quiere influir en el poder judicial”.
Goldmann también advierte sobre la nueva fuerza de AfD en el Parlamento alemán. “Ahora tiene más oportunidades de dividir el centro democrático”, dice, y al igual que otros dieciséis abogados constitucionalistas, apoya un procedimiento de prohibición contra el partido ante el Tribunal Constitucional Federal.
(mn/er).