El director del Cereso número 1, Gustavo Rivera manifestó que desafortunadamente persiste el hacinamiento en este centro, sin embargo, reconoció que las cárceles han dejado de ser escuelas del crimen, ya que la reincidencia ha disminuido y se reduce únicamente a los delitos menores.
El entrevistado manifestó en el 2011 se trajeron 580 reos de Gómez Palacio y a partir de ahí el problema de hacinamiento se enfatizó en el Cereso número 1. A pesar de ello se puede decir que cada interno tiene un espacio donde dormir y que no hay incomodidad por ello.
Resaltó de la misma manera seguimiento que se da a los internos que egresan, se han notado una disminución sobre todos los delitos de alto impacto; pero se observa que persiste la comisión de delitos una y otra vez es en casos del fuero común o menores como el caso de robo y otros.