El Papa: Muchos periodistas firmaron su trabajo con sangre: ¡Liberen a los presos!
El Papa Francisco encontró a los participantes del Jubileo de la Comunicación: centenares de operadores de la información reunidos en el Aula Pablo VI procedentes de diversas partes del mundo. Tras el diálogo entre la Premio Nobel Ressa y el escritor McCann, llegó la audiencia con el Pontífice que deja de lado el texto escrito y pronuncia un saludo improvisado: “Comunicar es salir de uno mismo. Gracias por tu trabajo, es importante. Mientras sea verdad”.
Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano, (VN, 250125).
Una palabra espontánea y directa que el Papa Francisco dirige a quienes hacen de la palabra – escrita, leída, transmitida, compartida – una profesión, los operadores de la información reunidos en el Aula Pablo VI para el Jubileo de la Comunicación: “Gracias ¡por lo que hacen!”. “Tengo un discurso de 9 páginas en mis manos. A estas horas, con el estómago revuelto, leer un discurso de nueve páginas sería una tortura…”, dice el Pontífice sonriendo al público que le corresponde con aplausos. El mismo que saludó a su entrada, aproximadamente una hora antes de lo esperado, acompañado del coro en español: “¡Esta es la juventud del Papa!”.
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Salir al encuentro del otro
“Ah, ¿Les ha gustado esto?”: el Papa también sonríe y no deja de dejar un mensaje para sus invitados. Un mensaje de agradecimiento por un trabajo, el del periodismo, “importante” para construir la Iglesia y la sociedad: “Siempre que sea verdad”.
“Comunicar es salir un poco de ti mismo, para dar algo de mí al otro, y la comunicación no es sólo la salida sino también el encuentro con el otro. Saber comunicarse es una gran sabiduría, una gran sabiduría”.
Ser “verdaderos”
El Papa Francisco se dice “feliz” por el Jubileo de los Comunicadores, el primer gran evento de los más de 35 que marcarán el Año Santo. “Vuestro trabajo es un trabajo que construye, construye la sociedad, construye la Iglesia, hace que todos vayan adelante, siempre que sea verdadero”, afirma el Papa, escenificando un diálogo con un creyente, característico de su predicación: “Eh padre, yo “Di siempre la verdad.” – ¿Pero eres real? No sólo las cosas que dices. Pero tú, en el fondo, ¿eres sincero?
“Es una prueba muy grande, pero comunicar lo que Dios hace con el hijo y la comunicación de Dios con el hijo es el Espíritu Santo”, añade, todavía improvisando.
“Comunicarse es algo divino”.
El diálogo entre Ressa y McCann
Por último, el Papa bendice a toda la asamblea y saluda uno a uno a los invitados, comenzando por los presentes en el escenario del Aula, en primer lugar, el prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, y luego los sentados en la primera fila. Entre ellos, la periodista filipina Maria Ressa, Premio Nobel de la Paz en 2021, y el escritor irlandés Colum McCann, autor de 14 best sellers entre ellos el aclamado Apeirogon, que cuenta la historia de Bassam Aramin y Rami Elhanan, un israelí y un árabe. Unidos por el dolor por la muerte de sus hijas, de 10 y 13 años, asesinadas en diferentes circunstancias (Francisco las conoció en abril de 2024). Los dos vivieron un apasionante momento de diálogo y debate, moderado por Mario Calabresi, antes de la llegada del Papa. A continuación, tuvo lugar la interpretación musical del célebre violinista Uto Ughi con su orquesta de piezas de Bach y Olvido de Astor Piazzolla, autor argentino de gran prestigio apreciado por Jorge Mario Bergoglio. Y justo cuando la música resonaba en las bóvedas de la Sala “Nervi”, hizo su entrada el Papa Francisco.
El recuerdo de los periodistas que murieron en la guerra
En el discurso preparado y dirigido a los participantes en el Jubileo de la Comunicación, el Papa recuerda ante todo a los “colegas que han firmado con su sangre su servicio”, todos los periodistas fallecidos en este año que define como uno de los más letales para los periodistas. Ciento veinte personas murieron por bombas y atentados en zonas de guerra, según el informe anual de la Federación Internacional de Periodistas.
“El Jubileo se celebra en un momento difícil de la historia de la humanidad, con el mundo todavía herido por las guerras y la violencia, por el derramamiento de tanta sangre inocente. Por eso quiero, en primer lugar, dar las gracias a todos los trabajadores de la comunicación que arriesgan su vida para buscar la verdad y contar los horrores de la guerra”.
Libertad para periodistas encarcelados injustamente
El Papa tampoco olvida «a quienes están encarcelados simplemente por haber sido fieles a la profesión de periodista, de fotógrafo, de videasta, por haber querido ir a ver con sus propios ojos y haber tratado de contar lo que vieron». ¡Hay tantos!”. Las cifras fueron proporcionadas en un comunicado de prensa de Reporteros sin Fronteras publicado a finales de 2024: alrededor de 500 personas detenidas. El Papa lanza un llamamiento por su liberación:
“En este Año Santo, en este Jubileo del mundo de la comunicación, pido a cuantos tienen el poder de hacerlo que liberen a todos los periodistas injustamente encarcelados. Que se abra también para ellos una ‘puerta’ por la que puedan volver a la libertad, porque la libertad de los periodistas aumenta la libertad de todos nosotros. Su libertad es la libertad de cada uno de nosotros”.
Defendiendo la libertad de prensa y de pensamiento
La otra “libertad” que pide Francisco, siguiendo los pasos de sus predecesores, es “la libertad de prensa y la libertad de expresión, junto con el derecho fundamental a estar informado”. “La información libre, responsable y correcta es un patrimonio de conocimiento, experiencia y virtud que debe ser salvaguardado y promovido”, subraya. “Sin esto, corremos el riesgo de no poder distinguir ya la verdad de la mentira; Sin esto, nos exponemos a crecientes prejuicios y polarizaciones que destruyen los vínculos de la convivencia civil e impiden la reconstrucción de la fraternidad”.
Periodismo, vocación y misión
Para el Papa, ser periodista es más que una profesión: “Es una vocación y una misión”. Y los comunicadores tienen un papel fundamental para la sociedad actual: “El lenguaje, la actitud, el tono, pueden ser decisivos y marcar la diferencia entre una comunicación que reaviva la esperanza, crea puentes, abre puertas, y una comunicación que en cambio aumenta las divisiones, las polarizaciones, las “simplificaciones de la realidad”.
“La suya es una responsabilidad única. La tuya es una tarea preciosa. Tus herramientas de trabajo son las palabras y las imágenes. Pero antes de esto, el estudio y la reflexión, la capacidad de ver y escuchar; ponerse del lado de los marginados, de los que no se ven ni se escuchan y también reavivar – en el corazón de quienes os leen, os escuchan, os miran – el sentido del bien y del mal y la nostalgia del bien que cuentas y que al contarlo das testimonio”.
Coraje para el cambio
Otro concepto en el que Francisco insiste es el del “coraje”. Coraje “para iniciar el cambio que la historia nos pide”, para “superar la mentira y el odio”, para “escuchar con el corazón, hablar con el corazón, custodiar la sabiduría del corazón, compartir la esperanza del corazón”. Junto a la liberación de los periodistas, Bergoglio pide también “la liberación de la fuerza interior del corazón. De cada corazón”.
“Aprovechemos la ocasión del Jubileo para renovar y redescubrir este coraje. El coraje de liberar el corazón de aquello que lo corrompe. Devolvamos al centro de nuestro corazón el respeto a la parte más alta y noble de nuestra humanidad, evitemos llenarlo de aquello que la pudre y la hace pudrir”.
El desplazamiento provoca “podredumbre cerebral”
La recomendación es expulsar la “podredumbre cerebral” causada por la adicción al desplazamiento continuo en las redes sociales. Una “enfermedad” que afecta especialmente a los jóvenes. Para ellos y para todos, el Papa pide una “alfabetización mediática” que eduque “el pensamiento crítico, la paciencia del discernimiento necesaria para el conocimiento”. Al mismo tiempo, pide la colaboración de empresarios e ingenieros informáticos “valientes” para que “la belleza de la comunicación no se corrompa”.
“Los grandes cambios no pueden ser el resultado de una multitud de mentes dormidas, sino que comienzan con la comunión de corazones iluminados”.
Contando “historias de esperanza”
Un último enfoque, del Papa, se centra en el “poder transformador” de la narración, de contar y escuchar historias. No todos “son buenos”, pero “también estos necesitan ser contados”: “El mal necesita ser visto para ser redimido; pero hay que contarla bien para no desgastar los frágiles hilos de la convivencia”, afirma Francisco. Su invitación a los profesionales de la información es a contar en este Jubileo “historias de esperanza” que “alimenten la vida”. Y hacer del storytelling también un storytelling de esperanza: “Cuando cuentes la historia del mal, deja espacio a la posibilidad de reparar lo que está roto, al dinamismo del bien que puede reparar lo que está roto”.
“Hablar de esperanza es ver las migajas de bien escondidas incluso cuando todo parece perdido, es permitirnos esperar incluso contra toda esperanza”.
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