Excita Obispo a Venezuela vs paràlisis por miedo

Eso, en vivo, a màs de un millón de fieles, (y, vìa Medios, a los 7 millones de exiliados y al resto) dentro de la máxima tensión nacional por la bicefalia: Dictador Maduro, socialista, y Presidente electo, Edmundo Gonzàlez.

 

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En el día de la Divina Pastora, arzobispo venezolano pide “no quedarnos paralizados por el miedo”

Por Andrés Henríquez.

ACJPRENSA, 14 de enero de 2025.

 

El Arzobispo de Barquisimeto (Venezuela), Mons. Polito Rodríguez Méndez, presidió hoy la Misa inaugural de la multitudinaria procesión de la Divina Pastora, que todos los años reúne a millones de personas en las calles de la ciudad. En su homilía, el prelado llamó a “no quedarnos paralizados en el miedo, en la tristeza o en el desaliento”.

 

“Una vez más nos encontramos para hacer memoria de esta devoción eclesial y espiritual, que se ha encarnado en el pueblo barquisimetano y que incluso se ha extendido a todas las familias venezolanas”, afirmó el arzobispo desde el templo de Santa Rosa, aledaño a la ciudad de Barquisimeto, desde donde partió la multitudinaria procesión este 14 de enero.

 

“Esta sagrada imagen nos recuerda la presencia maternal de María entre nosotros”, añadió.

 

Mons. Rodríguez expresó su intención de colocar las más profundas intenciones, inquietudes y miedos del pueblo venezolano a los pies del Señor y de su Santísima Madre, bajo la advocación de Divina Pastora de las Almas. Además, abogó porque Venezuela alcance una convivencia fraterna, superando las profundas divisiones que le aquejan.

 

El arzobispo resaltó la actitud de María en el episodio evangélico de las Bodas de Caná, cuando al terminarse el vino no dudó en acercarse a Jesús, para poner en sus manos las necesidades del momento.

 

“La falta de vino representa la falta de sabor y de sentido de la vida. La amargura, el desaliento y la soledad, que muchas veces nos acechan. Sin embargo, como María, no podemos quedarnos paralizados en el miedo, en la tristeza o en el desaliento. María, en efecto, actúa de forma sabia y solidaria. Intercede ante su Hijo, reconociendo en Él nuestras posibilidades, nuestras opciones y nuevas alternativas en medio de la situación apremiante”, señaló.

 

Cabe destacar que las celebraciones de este año en honor a la Divina Pastora, a cuya procesión asisten cada año más de 2 millones de personas, se enmarcan en un complicado panorama político y social en Venezuela, debido a la cuestionada juramentación presidencial de Nicolás Maduro para un tercer mandato y las protestas civiles que ello ha generado.

 

La semana pasada, fueron detenidos decenas de activistas y ciudadanos por los organismos de seguridad del Estado. Los obispos venezolanos no han cesado de exigir al régimen chavista el cese de la persecución política y el reconocimiento de los legítimos resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024.

 

Mons. Rodríguez agregó que el ejemplo de la Santísima Virgen nos enseña que, en Jesús, todo llanto, tristeza y desolación, pueden convertirse rápidamente en júbilo y alegría. En ese sentido, destacó la importancia de dirigirse a Jesús, como nos enseña María, y no “a dioses extraños” cuando “falta el vino en nuestra vida”.

 

El arzobispo, frente a la multitud congregada en la plaza de la Iglesia Santa Rosa, recordó que los cristianos no están llamados a dividir ni excluir, sino a propiciar espacios de encuentro, “donde cada uno pueda participar activamente, colocándo al servicio de quien lo necesite los dones y talentos recibidos de Dios”.

 

“Si bien es cierto que Jesús nos escucha a todos, escucha con especial atención a su Madre, que es también Nuestra Madre”, aseguró Mons. Rodríguez, por lo que pidió acercarse confiadamente a la intercesión de María, porque “no hay camino más directo a Jesús que el que pasa por la mediación de su Madre”.

 

“Aunque la incerteza ante el futuro haga surgir en nosotros, a menudo, sentimientos contrapuestos, como la confianza y el temor, la serenidad y el desaliento, la certeza y la duda, estamos en un tiempo privilegiado para reavivar la esperanza”, afirmó el arzobispo sobre el recién inaugurado Año Jubilar 2025.

 

Por último, precisó que la esperanza que propone este año de celebración de la Iglesia universal debe hacernos entender “que la historia no se detiene y que podemos seguir escribiendo capítulos gloriosos de la misma”.

 

“Es necesario que visualicemos el futuro, que leamos con prontitud las líneas de tendencia presentes en nuestra sociedad, para instruir qué tipo de servicio es el que tiene que ofrecer hoy la Iglesia”, señaló.

 

Mons. Rodríguez concluyó pidiendo “a los que gobiernan” que atiendan la emergencia educativa por la que atraviesa Venezuela, para evitar que millones de jóvenes abandonen el país en busca de mejores horizontes.

 

La imagen de la Divina Pastora partió del pueblo de Santa Rosa hasta la Catedral de Barquisimeto, acompañada de millones de devotos de toda Venezuela y del clero local.

 

Etiquetas: Obispos de Venezuela, Divina Pastora, noticias católicas, Iglesia Católica en Venezuela

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