La “tregua nacional de paz” busca sanar las heridas de la violencia en México
Por Diego López Colín.
ACIPRENSA, 11 de diciembre de 2024.
En el marco del llamado de la Iglesia Católica a una “tregua nacional de paz” durante dos de las festividades religiosas más importantes del país en diciembre, un obispo mexicano explicó que esta iniciativa busca “que se sane las heridas y que ese día tenga un poco de paz”.
La Arquidiócesis Primada de México pidió una “tregua nacional de paz” que convoca a los grupos del crimen organizado y a los políticos a detener las hostilidades durante dos de las celebraciones más significativas de diciembre: el día de la Virgen de Guadalupe, el 12; y la Navidad, el 25.
Mons. Francisco Javier Acero, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, explicó en entrevista con ACI Prensa que esta iniciativa surgió tras escuchar testimonios en su labor pastoral, “en el marco de lo que uno va viviendo también en la calle”. Tanto el 12 como el 25 de diciembre, aseguró, “la gente lo que clama es ausencia de violencia y un poquito de fraternidad”.
El prelado instó a “que unos acallen las armas, los grupos delictivos, los cárteles; y también los políticos también apaguen esta comunicación hostil. Pero vamos más allá, también que cada uno sane las heridas y que ese día tenga un poco de paz, menos enojos y más sonrisas, que creo que es lo que le gusta a Nuestra Madre de Guadalupe”.
Mons. Acero recordó las palabras de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego en el cerro del Tepeyac: “¿No estoy yo aquí, que soy tu madre? ¿Por qué dudas?”. Este mensaje, explicó, invita a “salir del miedo para provocar la paz, salir de nuestras posiciones ideológicas para provocar el diálogo”.
El obispo subrayó que, aunque el mensaje de Guadalupe tiene un fuerte significado para los católicos, también es un mensaje “para una nación, es un mensaje universal y hoy el mensaje de Guadalupe nos acerca más hacia ella y nos acerca más hacia su hijo Jesús”.
Mons. Acero pidió que se considere el 12 de diciembre como un “un día sagrado en donde queremos que la ausencia de las armas exista en todo el país”.
¿Cómo podemos ayudar desde la familia?
Mons. Francisco Javier Acero subrayó que poner fin a la violencia no es únicamente responsabilidad de los políticos o grupos armados, ya que “la paz es una actitud personal”.
En ese sentido, alentó a adoptar esta actitud en todos los ámbitos de la vida, desde la familia hasta los amigos, destacando que “es como una onda expansiva que se va reflejando en los lugares donde yo me muevo”.
El prelado señaló que, en el ámbito laboral, es importante evitar actitudes como “competencias, de muchos chismes, dimes y diretes”, ya que estas también representan “otro tipo de guerras y tenemos que empezar por ahí”.
“La paz viene de mi corazón y la paz es una experiencia que armoniza mi vida, mi sentir, mi deseo de Dios, mi búsqueda de la verdad. Y esta paz interior sana nuestras heridas. La paz no es una ideología, no es una bandera”, dijo Mons. Acero.
“La paz no solo es posible, sino necesaria”
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) exhortó a todos los sectores de la sociedad a sumarse a esta causa para que estos “días de fe y devoción sirvan para demostrar que la paz no solo es posible, sino necesaria”.
“En un país donde la violencia ha dejado dolorosas cicatrices en las familias y polarización entre los actores sociales, esta propuesta invita a reflexionar y actuar en favor de la reconciliación, el respeto y la dignidad humana”, indicaron los obispos mexicanos, en un comunicado difundido el 9 de diciembre.
En el marco de la festividad de Santa María de Guadalupe, Reina de la Paz, los obispos expresaron su deseo de que esta fecha, inspire a todos a “guardar silencio en las armas y dar espacio a la paz”.
Además aprovechando el tiempo de Adviento renovaron su compromiso para trabajar “por una sociedad reconciliada, donde las familias puedan sentarse juntas en la mesa de Navidad sin la sombra del luto causado por la violencia”.
Finalmente, pidieron a la Virgen de Guadalupe y al Niño Jesús “para que este llamado inspire acciones concretas que lleven esperanza y consuelo a quienes más sufren”.
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