Unirse a lucha vs hambre, pide Papa al G-20

El Papa Francisco pide al G20 unirse contra el “escándalo” del hambre en el mundo

 

Por Walter Sánchez Silva.

ACIPRENSA, 18 de noviembre de 2024.

 

El Papa Francisco hizo un llamado urgente a los miembros del G20, el grupo de líderes mundiales de las principales economías del mundo como Estados Unidos, Alemania, Francia, China, Japón y Reino Unido, entre otros, para unirse en la lucha contra el “escándalo” del hambre y la pobreza.

 

En un mensaje enviado a Luiz Inácio “Lula” da Silva, presidente de Brasil y anfitrión de la cumbre G20 en Río de Janeiro este 18 y 19 de noviembre, el Santo Padre recordó lo escrito en su encíclica Fratelli Tutti, respecto al “escándalo” del hambre y del desperdicio de alimentos que podría destinarse a los más pobres.

 

En el texto leído por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, el Papa se refirió a diversas “presiones” contra el sistema internacional, como las guerras, el terrorismo y “las políticas exteriores asertivas”, ante las cuales los miembros del G20 deben buscar “nuevas vías para lograr una paz estable y duradera en todas las áreas relacionadas con los conflictos, para restaurar la dignidad de los afectados”.

 

Tras referirse a la paradoja de que “más de 3.000 millones de personas carecen de acceso a una dieta nutritiva” y que “casi 2.000 millones de individuos padecen sobrepeso u obesidad”, el Santo Padre advirtió que “mediante la usura y la codicia”, se provoca la hambruna y la muerte, y se estaría “cometiendo indirectamente un homicidio” (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2269)”.

 

El Pontífice resaltó que “no deben escatimarse esfuerzos para sacar a la gente de la pobreza y el hambre”. “Es importante tener en cuenta que el problema del hambre no es simplemente una cuestión de insuficiencia de alimentos, sino más bien una consecuencia de injusticias sociales y económicas más amplias”, continuó.

 

El Santo Padre destacó la importancia de “reconocer la importante cantidad de alimentos que se desperdician a diario”.

 

“Hacer frente al desperdicio de alimentos es un reto que requiere una acción colectiva. De este modo, los recursos pueden reorientarse hacia inversiones que ayuden a los pobres y hambrientos a satisfacer sus necesidades básicas”.

 

“Tengo la esperanza de que la Alianza Mundial contra el Hambre y la Pobreza pueda tener un impacto significativo en los esfuerzos mundiales para combatir el hambre y la pobreza”, agregó.

 

En la lucha contra el hambre, indicó el Papa Francisco, “las comunidades locales y la riqueza cultural y tradicional de los pueblos no pueden despreciarse ni destruirse en nombre de un concepto estrecho y miope del progreso”.

 

“Hacerlo sería, en realidad, correr el riesgo de convertirse en sinónimo de ‘colonización ideológica’”, sostuvo.

 

En la parte final del discurso, el Papa Francisco recordó que “la Santa Sede seguirá promoviendo la dignidad humana y aportando su contribución específica al bien común, ofreciendo la experiencia y el compromiso de las instituciones católicas de todo el mundo, para que en nuestro mundo ningún ser humano, como persona amada por Dios, se vea privado del pan de cada día”.

Etiquetas: Vaticano, Papa Francisco, G20, Hambre, Cardenal Parolin,

 

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Mons. Argüello, presidente de los obispos de España: “Ni el estado ni el mercado pueden salvarnos”

 

Por Nicolás de Cárdenas.

ACIPRENSA, 18 de noviembre de 2024.

 

El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Mons. Luis Argüello, analizó algunos de los grandes retos de la sociedad española (demografía, trabajo y vivienda, convivencia política y catástrofe por las inundaciones) y proclamó que ante ellos “ni el estado ni el mercado pueden salvarnos”.

 

El Arzobispo de Valladolid, elegido para el cargo el pasado mes de marzo, quiso fijarse, más allá de los datos sobre los asuntos abordados, que no fueron pocos, “en los rasgos culturales de fondo, en los estilos de vida, que es ahí donde el anuncio del Evangelio y el testimonio de la vida comunitaria de la Iglesia puede ofrecer una colaboración”.

 

En su primer discurso de apertura de una Asamblea General de la CEE, el prelado no pudo evitar hacer referencia a la catástrofe provocada en la zona oriental española —especialmente en la comunidad valenciana— por una serie de fenómenos meteorológicos que se han cobrado decenas de vidas humanas: 226 ya están confirmadas.

 

Ante la tragedia, señaló: “¿A quién mirar? Ni el Estado ni el mercado pueden salvarnos, aunque en el último tramo del tiempo moderno se hayan presentado como salvadores que pueden cumplir lo que prometen. Reducidos a consumidores y votantes, mercado y Estado nos proponen una salvación, el progreso, que no basta”.

 

Esto contrasta con la ola de fraternidad y solidaridad que se ha desplegado, un verdadero “indicador de la bondad que anida en el alma humana” que se revela como “la respuesta adecuada a nuestra vulnerabilidad irremediable”, señaló.

 

Mons. Argüello denunció que, a raíz del desastre “hemos visto la rapiña y el populismo de la antipolítica”.

 

Tomando la interrelación entre antropología, economía y política expresada por el Papa Francisco durante la última Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Lisboa, Mons. Argüello resumió su parecer sobre los asuntos abordados en su discurso.

 

“Una antropología individualista y ciega de autonomía influye en la demografía. Afronta el trabajo y la vivienda con unas claves y reclama una economía y gestión políticas que aseguren la satisfacción de los deseos, aunque haya sangre de los empobrecidos en los zapatos y solucione los problemas que el individualismo lleva consigo. Pero a su vez, la economía genera y precisa un tipo de sujeto, productor-consumidor, que haga juego con sus ofertas y necesidades”.

 

“Y la acción política —continuó el prelado— prefiere un ciudadano desvinculado y desmotivado, incluidos los llamados militantes de los partidos que mayoritariamente han dejado de formarse, de debatir y de contribuir a la toma de decisiones de sus dirigentes”.

 

A estas consideraciones, añadió: “Al servicio de la economía y de la política dominantes, se genera una cultura pop y de masas a través de muchos nuevos y sofisticados medios de comunicación. Se produce así un círculo vicioso con aparentes perplejidades políticas”.

 

Entre estas paradojas, Mons. Argüello subrayó que a los “partidos autodenominados progresistas” y a los que “se resisten a ser denominados conservadores” les une “una concepción individualista del ciudadano” y que “sus prácticas políticas, muy enfrentadas en el foro y en los medios, se complementan y retroalimentan”.

 

Hacerse las preguntas correctas

En este contexto, Mons. Argüello animó a interrogarse de nuevo por el mercado, el estado y el progreso, pero advirtiendo de la necesidad de realizar las preguntas adecuadas.

 

Así, expuso que “la pregunta no es si la democracia es el mejor de los sistemas de Gobierno, sino si está unida al estado del bienestar, ¿qué tipo de ciudadanos genera? Cuál es su protagonismo social y qué consecuencias provoca en el tejido social el cultivo incesante a cambio del voto, del derecho a tener derechos, qué hace con la tradición recibida y cómo proyecta a largo plazo, más allá de las exigencias de las próximas elecciones”.

 

“La pregunta no es si tiene sentido innovar y crecer en el sistema globalizado con la irrupción de las nuevas tecnologías, —añadió— sino qué significa el progreso del hombre, cómo salvaguardar su humanidad y dignidad, cuál es su lugar en la relación con los animales, las plantas y las máquinas, en un horizonte posthumano alentado por muchos”.

 

“En definitiva, hemos de hacernos la pregunta central: ¿Qué es ser hombre, varón y mujer?”, planteó el presidente de la CEE al inicio de la 126ª Asamblea Plenaria del episcopado español.

 

Para responder a esa pregunta, Mons. Argüello se remitió a la Constitución Pastoral Gaudium et spes del Concilio Vaticano II para proclamar que, ante los interrogantes más profundos del hombre, “cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz y su fuerza por el Espíritu Santo a fin de que pueda responder a su máxima vocación y que no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que sea necesario salvarse”.

 

Asuntos a abordar en la 1226ª Asamblea Plenaria de la CEE

Durante esta semana, los obispos españoles van a reflexionar sobre cómo va a acoger la Iglesia que peregrina en España lo vivido en el reciente Sínodo de la Sinodalidad, cómo va a preparar el próximo congreso sobre pastoral vocacional bajo el lema ¿Para quién soy yo? y el desarrollo del programa en torno al Jubileo 2025.

 

Asimismo, se seguirá avanzando en lo relativo a la reparación integral de los casos de abuso en el seno de la Iglesia Católica, del proyecto marco para la pastoral juvenil y de la puesta en marcha del programa de “hospitalidad atlántica” de la Subcomisión Episcopal de Migraciones.

 

Por otro lado, los prelados reflexionarán sobre el documento para la reestructuración de los seminarios, así como de los institutos teológicos e institutos superiores de ciencias religiosas.

 

Una cita importante dentro de esta semana tendrá lugar el martes, cuando el Arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent, presidirá en la Catedral de La Almudena una Misa en memoria de las víctimas de las inundaciones en el este español.

 

Etiquetas: Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello, noticias católicas, Iglesia Católica en España

 

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Mons. José Ignacio Munilla: El socialismo es una ideología “enemiga de la Cruz”

 

Por Nicolás de Cárdenas.

ACIPRENSA, 18 de noviembre de 2024.

 

El Obispo de Orihuela-Alicante, Mons. José Ignacio Munilla definió el socialismo como una ideología “enemiga de la Cruz” en el Congreso Católicos y Vida Pública organizado por la Asociación Católica de Propagandistas este fin de semana.

 

Durante su conferencia titulada Pensar y actuar en tiempos de incertidumbre, el prelado señaló que “este avance y esta imposición sistemática de una nueva sociedad, no podremos afrontarlo solo con la denuncia y la alternancia política, sino que se requiere un movimiento de conversos. Sólo vamos a salir de esta crisis por una renovación de santidad”.

 

Asímismo, aseveró que la sociedad necesita un “cambio de cosmovisión en el que pasemos de ser enemigos de la Cruz, a ser el pueblo de la Cruz” porque, subrayó, “sin la Cruz no hay gloria; hay un error grande que es hacer una dicotomía entre la Cruz y la felicidad; la Cruz nos lleva a la gloria, y la gloria es la felicidad plena”.

 

En este contexto definió el socialismo como una “ideología enemiga de la Cruz” cuyas corrientes sociológicas y políticas se han convertido en “la tumba de los pueblos, en las que ‘papá Estado’ solucione todos los problemas”, sin apelar al sacrificio y el compromiso de los individuos.

 

En consecuencia, se genera una “crisis antropológica, elevada a categoría de ley y norma suprema, que pretende revelarse contra el orden natural, convirtiendo las heridas en derechos, en lugar de aceptar las heridas afectivas, fruto de la desintegración de la familia”.

 

El prelado añadió que “se está intentando compensar el vacío interior del hombre con el consumismo y el materialismo; huyendo del compromiso afectivo y de la apertura del don de la vida; y se está tratando el sufrimiento como algo incompatible con la dignidad humana: este mundo sufre muchísimo por no querer sufrir, por escaparse de la cruz de Cristo”.

 

 

Hadjadj: enfrentarse a la incertidumbre es un reto a vida o muerte

Por su parte, el filósofo francés Fabrice Hadjadj abordó el lema general del congreso, Quo vadis?.  Pensar y actuar en tiempos de incertidumbre, apelando a la implicación de cada persona: “¿A dónde vas? No ‘a dónde va el mundo’, dado que con esta pregunta uno puede ser espectador y puede contentarse con un lamento”.

 

Hadjadj ha señalado que vivir en un tiempo de incertidumbre “no es un desafío cualquiera”, sino más bien un reto que se configura como una cuestión “si no de honor, al menos de vida o muerte”. Para ello se hace necesario “tener el alma sanada, aceptar tener el cuerpo magullado en el martirio”.

 

Al mismo tiempo, señaló que es inevitable experimentar “la emoción menos confesable: el miedo. No tanto el miedo a morir, como el miedo de vivir a la altura del desafío, de mantener nuestra reputación de estar vivo”.

 

En la Europa posmoderna, este reto se encarna en un continente, una sociedad que “desespera de lo humano y que tiende hoy a constitucionalizar el aborto y la eutanasia; a revisar la historia colonial que mete en el mismo saco al conquistador y al misionero”.

 

Estas son reivindicaciones “que muchos se imaginan vinculadas a la afirmación de la libertad individual y, en realidad, emanan de la muerte del deseo. Corresponden a la agitación de la desesperación”, señaló el filósofo.

 

Ayaan Hirsi: cuanta menos presencia cristiana, mayor es la crisis de Occidente

El congreso también contó con la participación de Ayaan Hirsi Alí, activista por los derechos humanos, quien subrayó que “cuanta menos presencia hay del cristianismo en la sociedad”, mayor es la crisis social de Occidente.

 

En su ponencia, titulada Libres para buscar la verdad, Hirsi expuso que el multiculturalismo y la globalización son “dos caras de la misma moneda”.

 

Por un lado, se produce una “retribalización de la sociedad, con crecimiento de grupos identitarios “que no tienen lealtad nacional al país que llaman hogar”. Por otro, la evaporación de un conjunto de valores compartidos, la fragmentación de la sociedad y la etnización y racialización de todas las cuestiones políticas.

 

En este sentido, denunció las “atroces restricciones a la libertad de expresión, de religión y el resurgimiento de un racismo válido y legítimo contra los blancos y contra los judíos en Europa y en América en nombre de la justicia social interseccional”.

 

Además, alertó de la proliferación de “pseudo religiones que se presentan como iguales o superiores al propio cristianismo”, así como del atractivo que despiertan “ideas que desafían a la realidad” como “la existencia de múltiples géneros”.

 

Estas corrientes, a su juicio, generan una dificultad creciente para enseñar la diferencia entre el bien y el mal a los niños. En la Universidad, la búsqueda de la verdad se sustituye “por el desarrollo de narrativas”, mientras que “la búsqueda de la excelencia a través del mérito es tachada de enemiga de la diversidad”.

 

“Si continúa esta tendencia, marcará el comienzo de la decadencia”, enfatizó.

 

Recuperar un cristianismo seguro y firme

Para Hirsi, “debemos recuperar un cristianismo seguro y firme. Las iglesias deben dejar de adoptar cada nueva moda y revivir el verdadero mensaje y las enseñanzas de Cristo”.

 

Además, pidió “resistir al declive demográfico en curso” en Europa, haciendo atractivo que los jóvenes se casen y formen familias. También reclamó que las escuelas, las universidades y las artes reconozcan “su papel en la promoción del ethos cristiano que condujo a la formación de las instituciones que hacen extraordinario a Occidente”.

 

“Ninguno de estos cambios podrá llevarse a cabo si no nos organizamos, participamos y movilizamos para lograr una mayoría contundente que participe y actúe. Solo recuperando un sentido de unidad basado en valores comunes y no en las diferencias, podremos construir sociedades más fuertes y cohesionadas en estos tiempos de incertidumbre”, concluyó.

 

Presencia de jóvenes en el congreso

El 26º Congreso Católicos y Vida Pública trató de acercarse en especial a los jóvenes , ofreciendo algunos espacios específicos, como la realización de una mesa redonda con misioneros digitales.

 

A ella asistieron 1.000 jóvenes de diferentes ciudades españolas, que recibieron el testimonio y el aliento de tres evangelizadores en las redes sociales: Carlos Taracena, Carla Restoy e Irene Alonso, entre otros.

 

Etiquetas: Mons. José Ignacio Munilla, Católicos y Vida Pública, Asociación Católica de Propagandistas, Iglesia Católica en España.

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