El periodo de vacaciones de verano también significa una baja en la venta de pan, se estima que es un 10 por ciento lo que disminuye la demanda, así lo expresó Fernando Flores Gómez, dirigente de la Cámara Nacional de la Industria de la Panificación (Canaimpa), “de la misma forma, es notorio que las ventas bajan cuando sube la temperatura, en este año fue de hasta un cincuenta por ciento en los días más calurosos, algo que cambia de inmediato cuando empieza a llover”.
En cuanto a los incrementos en los insumos, dijo que ha sido muy “curioso” en este 2024, “hay meses en los que los productos han aumentado de manera considerable, tal es el caso del azúcar y de las harinas, por fortuna estos se han mantenido”, recordó que hace algunos años se registraron aumentos muy drásticos, en algunos casos en más del 60 por ciento, algo que por fortuna ya no ha sucedido.
Aseguró que los negocios expendedores de pan han mantenido los precios al público a lo largo del año, tratan de resistir a pesar de las bajas ventas, no quieren afectar aún más la economía de sus clientes, “actualmente el precio del pan de agua ronda entre los cuatro y los seis pesos, y el de dulce de los 12 a los 14, en lo que se refiere a la producción, comparada con otros años, es muy similar, pero insistió en que el pico de la temporada de calor, se cayeron las ventas como nunca antes”.
Finalmente, Fernando Flores recordó que la temporada buena para los panaderos empieza en noviembre y termina en febrero, “el clima ayuda mucho en las ventas, por fortuna las temperaturas ya disminuyeron y la venta de pan repuntó en algo en estos últimos días”.