En este caso, las marchas son una expresión de lucha y exigencia por los derechos de nosotras las mujeres, en donde se exige la erradicación de la violencia, la eliminación de la desigualdad de género, la impartición de justicia, los reclamos a la impunidad, entre otras realidades que se generalizan en el país.
Cabe destacar que la libre manifestación de las ideas es un asunto indiscutible, pero también debe prevalecer el respeto entre quienes forman parte de estos contingentes, con independencia del papel, la actuación o la condición que tenga cada mujer en esta manifestación.
Tradicionalmente la ruta de la marcha del 8 de marzo confluye en un punto de encuentro final, el cual se encuentra preservado por mujeres policías que se limitan a mantener el orden.
Así mismo, se ha convertido en un hecho recurrente los enfrentamientos físicos y verbales entre mujeres policías y mujeres que forman parte del contingente. Este tipo de situaciones no solamente pone en peligro la integridad de quienes son parte directa en este tipo de altercados, sino también de mujeres mayores de edad y niñas que acuden a estas manifestaciones de forma pacífica.
En el año 2021 hubo saldo de 81 mujeres heridas en la marcha del 8 de marzo de la CDMX
En el año 2022 diversas mujeres y hombres dedicados a la venta ambulante sufrieron daños y pérdida de mercancías en diversas entidades del país mientras se desarrollaban dichos contingentes.
Compañeras y compañeros diputados, hagamos un exhorto a la comunidad, a fin de que estas manifestaciones se realizan dentro del marco de la ley. Tratemos de que sea un día conmemorado en el que exista equilibrio entre el derecho a la manifestación y el respeto entre nosotras.