Cientos de personas originarias de Durango participaron en la tradicional peregrinación anual de la Arquidiócesis local a la Basílica de Santa María de Guadalupe, en la Ciudad de México. Entre los asistentes se contó con grupos de danza, organizaciones, pastorales, movimientos eclesiales, así como sacerdotes, religiosas y fieles devotos.
La peregrinación inició en la glorieta de Peralvillo y concluyó con la llegada a la Basílica, donde se celebró una misa encabezada por el arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz Jiménez, acompañado por sacerdotes de la misma jurisdicción eclesiástica.
Durante la homilía, el arzobispo agradeció la oportunidad de llegar hasta el Tepeyac y pidió por la paz en México, particularmente para las familias y comunidades del país. Al término de la misa, deseó a los peregrinos un buen regreso a casa y agradeció a los sacerdotes que promovieron la participación de más fieles en esta actividad.
La peregrinación de la Arquidiócesis de Durango a la Basílica de Guadalupe es una tradición con más de cien años de historia, que año con año congrega a fieles devotos de la Virgen Morena para manifestar su fe en uno de los recintos religiosos más importantes del país.