A pesar de que en muchas ciudades del país la cremación de cuerpos ha ido en aumento, en Durango capital persiste la tradición de sepultar a los fallecidos. Según datos de Funerales Hernández, solo el 35% de los servicios corresponden a cremaciones, mientras que el 65% de las personas sigue optando por entierros tradicionales.
Lorena Hernández, directora administrativa de la funeraria, explicó que esta preferencia obedece más a factores culturales que económicos, y que cada ciudad conserva sus propias costumbres en torno a la muerte.
“Cada ciudad tiene su propia manera de ser, sus propias costumbres. En Durango aún predomina la sepultura, mientras que en lugares como Tijuana o San Luis Potosí, donde también tenemos presencia, la cremación ya alcanza un 50%”, comentó.
Aunque la cremación va en aumento de forma paulatina, no ha logrado desplazar al entierro como principal práctica funeraria en la región. La funeraria también ofrece diversos rangos de precios en ataúdes, que van desde los 8,000 pesos hasta modelos de lujo de hasta 800,000 pesos.