Vacios en ley antinepotismo, señalan analistas

¿Qué hay detrás de la ley antinepotismo en México?

Sandra Weiss.

DW, 210225.

Claudia Sheinbaum presentó una ley para desmantelar la influencia de los clanes familiares en la política mexicana. La propuesta despierta esperanzas en una población harta de la corrupción.

 

La primera gran reforma que lleva su sello es la ley antinepotismo, de rango constitucional, presentada a inicios de febrero. Actualmente, va con velocidad exprés por el poder legislativo, donde su izquierdista Movimiento de Regeneración Nacional(Morena) tiene una amplia mayoría.

 

Una reforma muy popular

La propuesta tiene como objetivo limitar el poder de las familias y clanes políticos que transitan desde hace décadas por la política mexicana y cuyos miembros se heredan los puestos.

 

Tiene dos ejes principales: uno que prohíbe la reelección, algo que por ahora solo aplicaba a presidente y gobernadores, y otra que limita la posibilidad a familiares y cónyuges a presentarse como candidatos para la sucesión.

 

La reforma tiene mucho respaldo en la opinión pública, comprensible en un país históricamente corroído por la corrupción y la impunidad. Es un problema que no deja de crecer. En el recién publicado índice de ‘Transparency International’, México cayó al puesto 140 de 180, a la altura de Iraq o Nigeria. Fue su peor resultado en la historia.

 

Quitar el poder a los caciques…

Según especialistas consultadas por Deutsche Welle, la reforma, si bien tiene puntos a favor, no va al fondo del problema y hará poco para combatir la corrupción.

 

Lourdes Morales, investigadora de la Universidad de Guadalajara, considera “positiva” la abolición de la reelección. “Se introdujo en 2014 con la idea de que la ciudadanía pudiera evaluar y premiar el buen desempeño de los políticos a través del voto”, recuerda la directora de la Red por la Rendición de Cuentas.

 

“Pero, en México, esa idea se pervirtió. Fueron los presidentes de los partidos quienes decidían, a cambio de favores, quién se podía volver a postular y quién no. La rendición se hacía no ante el pueblo, sino ante las cúpulas”.

 

….para dárselo a la presidenta

Según la politóloga, con la reforma se les quita ese control. Pero conlleva un riesgo: concentrar más poder en la figura de la presidenta, que podría usar la lucha contra el nepotismo para “deshacerse de gente dentro del partido que llegó por vínculos familiares y que no es cercana a ella”, dice Morales. “Con esta reforma, Sheinbaum puede ganar más poder y más legitimidad”.

 

En eso coincide Jacqueline Peschard, profesora de ciencias políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México y experta en transparencia. Ella piensa que Sheinbaum usa esta ley para emanciparse de los grupos y caciques locales que acumularon poder dentro de Morena durante el mandato de López Obrador en estados como Veracruz, Puebla, Oaxaca, Guerrero o Hidalgo y que ya tenían planes para sus familiares en las próximas elecciones regionales.

 

Maria Amparo Casar, presidenta de la organización Mexicanos contra la Corrupción e Impunidad, critica que la iniciativa se restringe únicamente a los puestos de elección popular. “No abarca la administración pública donde está el mayor problema de nepotismo”.

 

También ve otra limitante: que solo considera un período de tres años para no suceder a un familiar. Para ilustrar lo que significa, comparte un ejemplo con DW: desde 2000 hubo 193 gobernadores en México, de los cuales 25 tenían un vínculo familiar con un exgobernador del mismo estado. Aplicando esta reforma, solamente tres de ellos serían excluidos.

 

Una simulación, no una solución

Las tres expertas lamentan que no se amplíe la ley también a los otros dos poderes del Estado (judicial y ejecutivo). Y consideran que no contribuye a mejorar la calidad del servicio público, donde han observado un deterioro desde que López Obrador anunciara públicamente que, para un cargo, se necesitaba 90 por ciento de lealtad política y 10 por ciento de capacidad.

 

Desde entonces, clanes como las familias Monreal, Batres o Godoy, todos de Morena, han acumulado puestos en todo el aparato del Estado. “Más que una solución de fondo, la reforma es una simulación”, sentencia Casar.

 

Morales asiente y la pone en contexto: “Hemos visto desde el sexenio anterior la destrucción de contrapesos y de rendición de cuentas, un aumento en adjudicaciones directas, la eliminación de órganos autónomos y la destrucción de la meritocracia en el poder judicial”, enumera.

 

Todo esto, acompañado de impunidad en los grandes escándalos de corrupción que sacudieron el sexenio pasado. Razón por la cual, según Morales, la ley antinepotismo “poco o nada” contribuirá para combatir la corrupción en México.

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