La esperanza es más fuerte que el poder, afirma director del documental “Nicaragua levantará”
Por Walter Sánchez Silva.
ACIPRENSA, 20 de febrero de 2025.
El periodista español Fernando de Haro, director del documental Nicaragua levantará, que expone la persecución religiosa bajo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, afirmó que la esperanza cristiana “es más potente que el poder”.
“Llevo 12 años documentando la persecución religiosa en muchos rincones del planeta. En África, en Oriente Próximo, en China, en la India, y de pronto me di cuenta que la persecución que se producía en Nicaragua era una de las persecuciones más importantes del mundo contra la libertad religiosa y que esa persecución se está contando poco”, dijo de Haro en entrevista con EWTN Noticias.
El director de “Nicaragua levantará”, documental que se estrenó recientemente en Madrid, explicó que “en contra de lo que puede parecer, este documental está lleno de esperanza”.
Sobre el nombre del mismo, De Haro resaltó que “es una frase que dicen dos de las protagonistas del documental, dos religiosas de la Madre Teresa de Calcuta, que después de contarme con mucho dolor el exilio al que se vieron forzadas, una de ellas termina diciendo esta frase, ‘Nicaragua levantará’”.
“No es una frase voluntarista, no es una frase de un optimismo vacío, es la frase o es el juicio que se puede hacer, la valoración después de haber constatado y de haber relatado en este documental cómo la fuerza de la esperanza cristiana, la fuerza de la conciencia, la fuerza de personas que no se rinden, es más potente que el poder”, explicó.
En julio de 2022 la dictadura Ortega-Murillo expulsó de Nicaragua a 18 religiosas Misioneras de la Caridad –la congregación fundada por la Madre Teresa de Calcuta– que fueron acogidas en Costa Rica, en donde residen actualmente.
El periodista español añadió: “ya veremos cuándo cae el régimen dictatorial de Nicaragua, pero de hecho esta esperanza que anida en muchos corazones, ya está venciendo. Esa fe que tienen las hermanas también”.
La dictadura de Nicaragua persigue a la Iglesia Católica con ferocidad desde hace algunos años. El informe Nicaragua: Una Iglesia perseguida, de la investigadora Martha Patricia Molina, da cuenta de 971 ataques del régimen entre 2018 y finales de 2024.
Fernando de Haro también explicó que ha sido difícil encontrar personas dispuestas a hablar, “porque todo el mundo tiene miedo. No me refiero sólo a quienes viven en Nicaragua, sino también a los exiliados, especialmente en Costa Rica, que temen ser atacados por algún comando que haya cruzado la frontera”.
Del mismo modo, “los exiliados en España, los exiliados en Estados Unidos tienen miedo a que si denuncian la situación, eso pueda ser utilizado como una fórmula de represalia dentro de sus propias familias”, agregó.
“El poder te vuelve loco”
Sobre el relato de las hermanas de la Madre Teresa, el director destacó que “son el símbolo de cómo el poder te vuelve loco”. “No se les puede acusar a las hermanas de la Madre Teresa en ningún caso de estar detrás de un proyecto político, de estar detrás de un proyecto ideológico. Ellas solo ayudan a las personas más desfavorecidas, a los pobres, a las mujeres que necesitan asistencia”.
El periodista comentó que otro testimonio que le impactó fue el del joven Lester Alemán, quien estuvo en la cárcel de torturas de El Chipote en Managua, “una cárcel que tiene unas celdas de castigo, y que toda la dureza de la cárcel le sirvió para madurar personalmente”, además de tener una fe “robustecida”.
Él y otros, prosiguió el director, “cristianamente, han crecido mucho. Y eso es sorprendente porque el poder no ha podido con ellas”.
¿Cómo ayudar a Nicaragua?
De Haro explica que “lo primero es conocer lo que está sucediendo”, darlo a conocer con otros, porque la persecución en Nicaragua “se puede comparar quizá con la de China”.
“Luego recoger el valor de estas personas que no son mártires de sangre, pero son personas que están sufriendo por su fe, y yo creo que eso es una gran riqueza para todo el mundo. (…) Luego denunciar, y luego el que sepa rezar, o pueda rezar, que rece, también es muy importante”.