Las bajas temperaturas provocadas por la tormenta invernal que atraviesa Durango podrían ser beneficiosas para el campo en el largo plazo, ya que ayudarían a eliminar plagas y mantener humedad en los suelos. Sin embargo, las autoridades priorizan actualmente las medidas preventivas ante los riesgos inmediatos que estas condiciones climáticas representan.
Manuel Herrera, director de Desarrollo Rural, informó que se esperan temperaturas de hasta -8 grados Celsius en diversas zonas del estado, lo que exige coordinación entre autoridades municipales, ejidales y civiles para mitigar los efectos del frío extremo y los fuertes vientos.
“Estamos convocando a todas las autoridades y liderazgos naturales para que fluya la comunicación en las comunidades rurales. Este descenso de temperatura exige un trabajo en equipo,” afirmó Herrera.
Entre las medidas de prevención destacan el cuidado de tractores y vehículos, esenciales para las familias del campo, recomendando el uso adecuado de anticongelantes. También se busca proteger techos de lámina y otras estructuras vulnerables a las ráfagas de viento, que podrían causar daños materiales.
Otro de los riesgos previstos es la posible interrupción de servicios básicos como electricidad y comunicación en comunidades alejadas debido a las condiciones meteorológicas.
Aunque la prioridad actual es atender estas amenazas, las heladas podrían resultar beneficiosas para el campo duranguense, pues ayudan a eliminar plagas y propician la humedad necesaria para los cultivos.