EE.UU.: Biden recibe a Trump para comenzar transición
DW, 131124.
Biden y Trump comparecieron ante la prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca al inicio de su reunión, ofreciendo breves declaraciones con las que inauguraron formalmente la transición.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, destacó este miércoles (13.11.2024) que la “política es dura” en su regreso a la Casa Blanca, aunque agradeció al actual mandatario, Joe Biden, sus esfuerzos para asegurar una transición pacífica.
Ambos líderes, acérrimos rivales políticos, comparecieron ante la prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca al inicio de su reunión, ofreciendo breves y cordiales declaraciones con las que inauguraron formalmente la transición.
Biden fue el primero en hablar, dando la bienvenida a Trump y extendiéndole la mano para estrechársela con efusividad. “Bueno, señor presidente electo y antiguo presidente, Donald, felicidades. Espero que tengamos, como ya he dicho, una transición tranquila”, expresó Biden mientras Trump lo escuchaba con las manos entrelazadas y ligeramente inclinado hacia adelante en su asiento.
Biden también le aseguró que su equipo se encargará de que disponga de todo lo necesario para asumir el poder el próximo 20 de enero de 2025, y añadió: “Bienvenido de vuelta”.
A continuación, Trump tomó la palabra para afirmar: “La política es dura y, muchas veces, es un mundo complicado, pero hoy es un buen día en este mundo. Agradezco mucho que la transición esté siendo así de fluida y que siga así”. Biden respondió con un escueto “de nada”.
Un minuto de declaraciones
La comparecencia ante los medios fue especialmente breve. En total, ambos líderes hablaron durante poco menos de un minuto antes de continuar la reunión a puerta cerrada.
Los dos líderes hablaron a la prensa sentados uno junto al otro en sillones, con el fuego de la chimenea crepitando de fondo.
Aunque el encuentro tuvo un aire oficial, mientras se desarrollaba, la campaña de Trump envió a sus seguidores un correo solicitando donaciones, en el que se leía: “El presidente Trump está ahora mismo en la Casa Blanca llevando a cabo una reunión muy importante”.
Biden había invitado a Trump a la Casa Blanca en una llamada el 6 de noviembre, un día después de las elecciones en las que el republicano venció a la vicepresidenta, Kamala Harris. Trump aceptó de inmediato y la Casa Blanca anunció el sábado que la reunión sería este miércoles.
Este tipo de encuentros suele ser una tradición para garantizar una transferencia de poder ordenada. Sin embargo, en 2020, Trump no invitó a Biden a la Casa Blanca tras su victoria. En cambio, el republicano difundió teorías infundadas sobre fraude y ni siquiera asistió a la investidura de su sucesor, siendo el primer presidente de EE.UU. en no hacerlo desde 1869.
ct (efe, afp).
MXXXXXXXXXXXXXXMMMMMMMMMMM NOTA RELACIONADA.
Casi puros duros, van en la integraciòn del gabinete Trump
Leales a Trump llamados a copar su segundo Gobierno
Matthew Agius.
DW, 11 de noviembre de 2024.
Donald Trump está reuniendo a su nuevo equipo, con incondicionales que esperan conseguir los puestos más importantes. Ya ha nombrado a su cerebro de campaña para el puesto de asesora de mayor rango en la Casa Blanca.
Con la reforma del Partido Republicano a su imagen y semejanza, se espera que los leales a Trump ocupen la mayoría de los puestos administrativos en su segundo mandato.
Susie Wiles será la jefa de gabinete de Donald Trump
El primer nombramiento del gabinete de Trump es Susie Wiles, estratega republicana de 67 años. La floridana goza de gran prestigio en el partido y fue copresidenta de su tercera candidatura. Se convertirá en la jefa de gabinete de Trump y es la primera mujer que ocupa el cargo.
El jefe de gabinete supervisa las operaciones de la Casa Blanca y gestiona la agenda política del presidente. En efecto, Wiles será la asesora clave en todas las cuestiones políticas.
Wiles ha trabajado en un segundo plano para impulsar a sus candidatos a lo largo de su carrera. Como muchos “empleados de la trastienda”, ha huido de los focos, lo que le ha valido el apodo de “doncella de hielo” por parte del presidente electo de Estados Unidos, presumiblemente en referencia a esta reputación y a su tendencia a evitar las apariciones públicas.
Su reputación es formidable. Se le atribuye el mérito de haber mantenido al famoso Trump sin correa en su campaña más disciplinada. Con pocos detalles sobre cómo podría dirigir la Casa Blanca, sería justo suponer que aplicará una disciplina similar como jefa de gabinete.
Marco Rubio, probable secretario de Estado
El senador por Florida Marco Rubio fue rival de Trump durante las primarias de 2016, pero finalmente respaldó su presidencia.
Como secretario de Estado, Rubio sería fundamental en la negociación de las posturas de Trump para reducir los conflictos en Ucrania y Oriente Medio.
Se le considera un halcón en cuanto a China y ve al rival de Estados Unidos en el Pacífico como una amenaza tanto económica como geopolítica.
Mike Waltz, asesor de seguridad nacional
El congresista de Florida Michael Waltz es mencionado como probable asesor de seguridad nacional de Trump.
Waltz sirvió en Afganistán y fue el primer oficial de las Fuerzas Especiales en el Congreso.
Su esposa, Julia Nesheiwat, fue asesora de seguridad nacional de Trump al final de su primer mandato. Al igual que Rubio, Waltz es uno de los mayores críticos de China en el Congreso.
Incendiario asesor Miller, en el equipo central de Trump
El antiguo redactor de discursos y asesor principal de Trump, Stephen Miller, volverá a la Casa Blanca en la segunda administración como jefe adjunto de personal para política.
Miller es un republicano de extrema derecha y está considerado uno de los más firmes defensores de la postura antiinmigración de Trump. Entre sus iniciativas políticas anteriores se encuentran la defensa del muro fronterizo entre Estados Unidos y México, varias políticas de deportación controvertidas y la prohibición de entrada a los inmigrantes de algunos países de mayoría musulmana. Ha pasado los últimos cuatro años como defensor conservador de las libertades civiles, pero hizo apariciones en la campaña electoral con Trump.
Tom Homan, el nuevo “zar de la frontera”
Tom Homan fue director en funciones del Servicio Federal de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en la primera administración Trump y será su nuevo zar de fronteras.
En la Convención Nacional Republicana de julio, Homan proclamó que los inmigrantes indocumentados deberían “empezar a hacer las maletas ya” si Trump ganaba la presidencia. Su postura de línea dura será fundamental para poner en práctica la promesa de Trump de devolver a los inmigrantes indocumentados a sus países de origen, descrita durante la campaña como “la mayor operación de deportación de la historia de Estados Unidos”.
Stefanik lleva una década como congresista por Nueva York y preside la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes. Ha sido durante mucho tiempo partidaria de Trump, incluso defendiéndole durante sus dos procesos de destitución en la Cámara.
Lee Zeldin, encargado de podar la normativa medioambiental
El ex congresista neoyorquino Lee Zeldin es otro leal a Trump y está listo para hacerse cargo de la Agencia de Protección Medioambiental.
En su cuenta de X, Zeldin hizo hincapié en la agenda energética de la administración entrante -que incluye la retirada de las políticas orientadas al clima- y en las prioridades de la automoción y la IA. En su única mención al medio ambiente se refirió a “proteger el acceso a aire y agua limpios”.
Musk y Kennedy entran, pero ¿en qué función?
Trump es conocido por recompensar la lealtad. En nadie fue más visible esa dedicación que en el multimillonario tecnológico Elon Musk, que aportó más de 133 millones de dólares a la campaña, y en Robert F. Kennedy, que abandonó su propia inclinación independiente para respaldar la candidatura republicana de Trump.
Como era de esperar, Trump citó tanto a Elon Musk como a Robert F. Kennedy Jr. en su discurso de victoria.
Anteriormente, Trump había dicho que Musk dirigiría una comisión federal de eficiencia para recortar el gasto público y la burocracia, pero su papel sigue sin estar claro debido a sus amplios intereses empresariales privados. Incluso si Musk se sienta fuera de la administración, parece que ciertas directivas políticas le recompensarán o al menos protegerán a sus empresas SpaceX, Tesla y la plataforma X.
Kennedy es un antiguo abogado medioambientalista, especialmente conocido por sus controvertidas posturas alternativas sobre la ciencia de la salud, incluida su abierta oposición a las vacunas. Aún no ha sido nombrado para ningún cargo, pero Trump ha indicado que tendrá el beneplácito para “desasnarse” en materia de salud. En vísperas de las elecciones, Kennedy manifestó su deseo de revisar la política del Departamento de Agricultura de EE. UU. y obligar a las autoridades locales a dejar de fluorar el agua.
Es miembro de la dinastía demócrata Kennedy, hijo del exsenador neoyorquino Robert F. Kennedy y sobrino del presidente John F. Kennedy, ambos asesinados.
Se espera que Trump siga ultimando sus puestos clave en los próximos 70 días, antes de recuperar las llaves de la Casa Blanca durante su toma de posesión el 20 de enero.
(md/rml).
Matthew Agius Periodista de la redacción de ciencia en DW.
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Los aranceles de Trump y lo que debe esperar la UE
Timothy Rooks.
DW, 12 de noviembre de 2024.
Tras la elección de Donald Trump, muchos europeos temen una ola de aranceles que podrían conducir a una guerra comercial con EE. UU. ¿Es una sobrerreacción?
A Donald Trump le encantan los aranceles. En su primer mandato como presidente de Estados Unidos, aplicó una serie de ellos sobre lavadoras, paneles solares e importaciones de acero y aluminio, que afectaron a países de todo el mundo, aliados políticos o no.
Durante la última campaña electoral, prometió aún más. En un intento por incrementar el empleo en el sector manufacturero de Estados Unidos, Trump había considerado la posibilidad de añadir un arancel del 10 % a todas las importaciones; luego habló de un 20 %. Todo lo procedente de China se vería afectado por un arancel devastador del 60 %.
Los productos europeos se encarecerían. Y los elevados aranceles estadounidenses sobre los productos chinos también podrían perjudicar a Europa: si China ya no puede exportar a Estados Unidos, se dirigirá a Europa para vender sus productos, lo que podría inundar el mercado.
La UE, una “mini China” para Trump
Trump ha puesto mucha atención en China, pero también ha llamado a la UE una “mini China”. “No compran nuestros coches. No compran nuestros productos agrícolas. Venden millones y millones de coches en Estados Unidos”, dijo en un mitin en Pensilvania.
La Unión Europea vende mucho más a Estados Unidos de lo que le compra, pero ambos tienen mucho en común y mucho que perder. Un conflicto arancelario entre EE. UU. y la UE también podría convertirse en un problema para la economía estadounidense. Por ejemplo, podría hacer subir los precios para los consumidores estadounidenses y contribuir a la inflación.
En su mensaje de felicitación a Trump por su triunfo electoral, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von de Leyen, le recordó: “Millones de puestos de trabajo y miles de millones en comercio e inversión a cada lado del Atlántico dependen del dinamismo y la estabilidad de nuestras relaciones económicas”.
Trump 2.0: el precio del proteccionismo
“Los aranceles de Trump son una seria amenaza para la economía europea, y especialmente para los países orientados a la exportación como Alemania”, opina Niclas Poitiers, investigador del think tank Bruegel, especializado en comercio y economía internacional.
“La economía europea sigue tambaleándose por su equivocada decisión de comprar su energía a Rusia y sufre la caída de la demanda de China. Los aranceles de Trump oscurecen aún más sus perspectivas económicas”, dice a DW.
Clemens Fuest, presidente del Instituto ifo de investigación económica, con sede en Múnich, advirtió en un comunicado de prensa de los efectos que tendría “una agenda claramente proteccionista, basada en aranceles de importación más altos y mayores restricciones al comercio internacional, en particular para China y potencialmente también para Europa”.
El Instituto ifo calculó que un arancel del 20 % sobre los bienes importados podría hacer caer las exportaciones alemanas a EE. UU. en torno a un 15 % y causar un perjuicio económico de 33.000 millones de euros (35.300 millones de dólares).
La eficacia de los aranceles
Según un dossier publicado por la Federación de la Industria Alemana (BDI), la UE debe mejorar su propia competitividad, reforzar sus capacidades de defensa y hacer frente a los desafíos planteados por China. La prioridad debe ser evitar nuevos aranceles. Si eso no funciona, habrá que tomar contramedidas, pero para ello será necesario un frente unido de los 27 Estados miembros de la UE.
Trump cree que los aranceles son una herramienta útil para avanzar en sus objetivos, dice Penny Naas, experta en políticas públicas en el German Marshall Fund de Estados Unidos en Washington D.C. Agrega que, para él, aplicarlos es una forma eficaz de reequilibrar los déficits comerciales.
Trump es un negociador y, en el pasado, ha utilizado la amenaza de los aranceles para extraer concesiones de los socios comerciales, indica Naas a DW.
Por su parte, Poitiers, del centro Bruegel, subraya que los aranceles de Trump no llevarían al fin de la globalización y el comercio, como algunos temen. Sin embargo, piensa que la próxima presidencia de Trump podría marcar el fin de la globalización liderada por Estados Unidos. Europa tiene ahora que crear coaliciones con países de ideas afines para preservar su prosperidad, que se basa en gran medida en el comercio”, afirma.
(ers/rml).